Portada » Economía » Estrategias de Selección de Personal y Gestión por Competencias en RRHH
El proceso de selección de personal es fundamental para integrar el talento adecuado en cualquier organización. A continuación, se detallan sus fases principales:
Se inicia con una solicitud formal desde el área donde se presenta la necesidad, con el fin de solicitar una persona para ocupar un determinado cargo.
Es un proceso de comunicación entre dos o más partes que interactúan, donde una de ellas busca conocer mejor a la otra. Durante la entrevista, se identifica a los candidatos perfilados y a quienes no cumplen con los requisitos solicitados. Debe ser dirigida con gran habilidad y tacto para que pueda producir los resultados esperados.
Las pruebas son instrumentos esenciales para evaluar la compatibilidad entre los aspirantes y las características del puesto. Existen varios tipos de pruebas que deben aplicarse teniendo en cuenta las necesidades específicas de la organización:
El proceso de contratación abarca más allá de la selección, incluyendo la integración y el seguimiento del nuevo empleado. Sus cuatro fases son:
El proceso de reclutamiento es el conjunto de procedimientos que tienen como objetivo atraer a candidatos potencialmente cualificados y capaces de ocupar cargos dentro de la organización.
Según Chiavenato (2007, p. 111), la selección de personas funciona como un filtro que permite que solo algunas personas puedan ingresar en la organización: aquellas que presenten las características deseadas. Busca los candidatos adecuados para los cargos, con el fin de mantener o aumentar la eficacia de la organización. La selección es un proceso de decisión que determina cuál candidato es el apto para ingresar a la organización.
La inducción especifica el manejo integral del período inicial durante el cual se comunica información sobre la empresa y sobre la forma en que se realizan las actividades en los departamentos específicos (entrenamiento inicial). Su objetivo es que el recién llegado se sienta en un ambiente apropiado para desarrollar sus potencialidades y contribuir con su capacidad al éxito de la organización.
Señala los mecanismos empleados para informar al nuevo empleado en aspectos básicos como: historia, evolución y objetivos, organigrama, reglamento de trabajo, funciones y relaciones de coordinación con otras dependencias de la empresa, curva salarial, beneficios extralegales y parte de la cultura organizacional.
La inducción o socialización tiene tres fases: la de anticipación, la de encuentro y la de cambio o adquisición. La fase de anticipación se produce antes de que el individuo entre en la organización.
Luego de finalizar el proceso de inducción, y antes de terminar o durante el período de entrenamiento, el responsable del cargo debe realizar una evaluación con el fin de identificar cuáles de los puntos clave de la inducción no quedaron lo suficientemente claros para el empleado, con el fin de reforzarlos o tomar acciones concretas sobre los mismos.
Cuando se buscan nuevas formas de hacer más efectivo el trabajo en una empresa, surge un nuevo enfoque de recursos humanos. Este implica abandonar los planteamientos clásicos, en los cuales las funciones del personal se veían de forma aislada, y adoptar un nuevo sistema de competencias laborales. Esta visión integra aspectos como la selección de personal, la formación, la administración, las políticas sociales, las relaciones laborales, la evaluación de personal y los sistemas de retribución, relacionándolos íntimamente entre sí e incluyéndolos como parte de una misma planificación estratégica para responder a los objetivos y finalidades de la empresa.
En un sistema de competencias laborales, las personas se evalúan no solo mediante exámenes y pruebas psicométricas, sino que también se hace necesario incluir recursos y técnicas que tomen en consideración las experiencias laborales y los comportamientos exhibidos en el desempeño de un puesto de trabajo.
La formación por competencias contribuye a que las habilidades del trabajador se puedan aprovechar en una amplia gama de opciones de empleo; en este sentido, la formación y certificación de competencias apoyan la empleabilidad. Adicionalmente, la formación orientada por las competencias privilegia el desarrollo de capacidades especiales para la comprensión y conceptualización de lo que se hace y, por ende, facilita el aprendizaje, la adaptación y aclara el panorama para la selección de personal, la cual puede fundamentarse ya no solo en diplomas, sino en capacidades demostradas.
Según las ideas de Pereda y Berrocal, la adopción de las competencias laborales en la gestión de recursos humanos de una empresa ofrece las siguientes ventajas:
La competencia laboral es el conjunto de habilidades, aptitudes y actitudes que las personas han adquirido a lo largo de su vida y que aplican en la realización de un trabajo. Es un modelo que sirve para evaluar y certificar la capacidad laboral de las personas para realizar un trabajo eficazmente y producir los resultados deseados por una organización. Este proceso se realiza con base en las normas técnicas de competencia laboral.
Las Normas de Competencia Laboral (NCL) deberán cumplir con lo siguiente: