Portada » Economía » Ética Empresarial y Sostenibilidad: Pilares para la Gestión Responsable
La ética se refiere a los principios que orientan lo que es correcto o incorrecto en la conducta humana. El objetivo central de la ética empresarial es asegurar la sostenibilidad de la empresa, entendida como la capacidad de mantenerse en el tiempo no solo en términos económicos, sino también sociales y ambientales.
La moral corresponde al conjunto de normas, costumbres y valores de un grupo social que guían la conducta, mientras que la ética es la reflexión filosófica que se hace sobre la moral, analizando críticamente esas normas para justificar por qué son correctas o incorrectas.
Edward Freeman, una figura clave en la teoría de los stakeholders, aporta dos principios fundamentales para la ética empresarial:
La ley establece un marco mínimo obligatorio para la conducta empresarial. Sin embargo, la ética va más allá: lo legal no siempre es lo ético. Un comportamiento puede ser legal en una jurisdicción, pero aun así ser cuestionado desde un punto de vista ético.
Una empresa tecnológica que utiliza inteligencia artificial para la selección de personal puede cumplir la ley, pero si el algoritmo reproduce sesgos de género, éticamente es cuestionable.
La relación entre ética y ley subraya que las empresas deben:
La ética de la virtud postula que lo correcto es actuar como lo haría una persona virtuosa, cuyo carácter está orientado al bien. Esto implica no solo cumplir la ley o calcular consecuencias, sino formar un carácter íntegro que demuestre prudencia, justicia, responsabilidad y honestidad.
Una organización que adopta la ética de la virtud busca ser íntegra y confiable a largo plazo. Para ello, se plantean preguntas como: «¿Estoy actuando con integridad en este caso?» o «¿Qué harían una persona honesta en la misma situación?»
Una empresa virtuosa construye confianza y sostenibilidad porque su actuar refleja un carácter íntegro y cultiva virtudes en sus líderes y colaboradores. La ética de una empresa no se limita al compliance, sino que se manifiesta cuando sus líderes practican virtudes como la honestidad, la justicia y la prudencia en cada decisión.
Un programa de ética y compliance efectivo busca prevenir riesgos, orientar conductas y construir confianza. Es crucial que esté integrado en la cultura de la empresa y no se limite a meros documentos.
Existen dos grandes enfoques para entender la toma de decisiones éticas en las organizaciones:
Estos modelos se centran en cómo las personas deberían tomar decisiones éticas, basándose en principios filosóficos:
Estos modelos explican cómo las personas realmente deciden, considerando factores psicológicos y contextuales:
Es fundamental concientizar y mantener viva la ética para que permee en las decisiones diarias. Esto se logra a través de conversaciones continuas, formación, revisión constante de los mensajes y asegurando la coherencia entre lo que se dice o se declara y lo que realmente se hace.
Un stakeholder (o grupo de interés) es cualquier grupo o individuo que puede afectar o verse afectado por las actividades de una empresa. La gestión efectiva de los stakeholders es crucial para la sostenibilidad y la reputación corporativa.
Cada categoría de stakeholder requiere una estrategia de gestión distinta:
La Matriz de Poder e Interés, también conocida como Matriz de Mendelow, clasifica a los stakeholders según su nivel de poder y su nivel de interés en las actividades de la empresa: