Contexto Actual de la Agricultura y el Manejo Integrado de Plagas (MIP)

La agricultura moderna se encuentra bajo una presión creciente, enfrentando diversas restricciones en el uso de plaguicidas, como los Límites Máximos de Residuos (LMR), prohibiciones específicas y la exigencia de certificaciones de Producción Integrada (PI) u orgánica. El modelo intensivo actual presenta desafíos significativos:

• Elevado número de aplicaciones: Entre 12 y 25 aplicaciones por temporada.
• Contaminación ambiental: Residuos de plaguicidas en pozos de agua, como los detectados en la región del Maule.
• Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI): La agricultura contribuye con el 10-20% de las emisiones nacionales.
• Riesgos para la salud humana: Intoxicaciones en aplicadores.
• Altos costos de producción: Elevados gastos en fungicidas, maquinaria y mano de obra.

Historia y Evolución del Manejo Integrado de Plagas (MIP)

• 1880s: Las raíces del MIP se encuentran en la ecología.
• 1945–1970: Auge de los plaguicidas modernos, seguido por la aparición de sus limitaciones.
• 1962: Publicación de Primavera Silenciosa por Rachel Carson, que generó una conciencia ambiental global.
• 1969: La Academia Nacional de Ciencias de EUA establece el concepto formal de MIP.
• 1980s: Adopción masiva del MIP, impulsada por organizaciones como la FAO y países como Indonesia.

Principios Fundamentales del Manejo Integrado de Plagas (MIP)

El MIP se basa en una filosofía que prioriza la sostenibilidad y la eficiencia:

• Integración de métodos: Combina estrategias biológicas, culturales, genéticas, físicas y químicas.
• Uso racional de plaguicidas: Se aplican solo cuando superan umbrales económicos definidos.
• Fomento de enemigos naturales: Promueve la biodiversidad para el control biológico.
• Toma de decisiones basada en datos: Fundamentado en monitoreo constante y pronósticos.
• Cambio de paradigma: Evoluciona del “manejo de plaguicidas” al “manejo de plagas y enfermedades”.

Una pregunta clave en el MIP es: ¿Por qué una especie se convierte en plaga? Las respuestas suelen incluir el monocultivo, la baja biodiversidad y las prácticas agrícolas intensivas.

Ventajas del Manejo Integrado de Plagas (MIP)

La implementación del MIP ofrece múltiples beneficios:

• Reduce los residuos en alimentos y el ambiente.
• Favorece el equilibrio entre el cultivo y el ecosistema.
• Disminuye el desarrollo de resistencia en las plagas y patógenos.
• Protege la salud humana de los aplicadores y consumidores.

Factores Prácticos para la Implementación del MIP

• Factibilidad: Depende de factores como el clima, la disponibilidad de mano de obra y el tamaño del predio.
• Costos: Las cadenas de valor exigen menos residuos, creando un espacio para la adopción de alternativas más sostenibles.
• Eficacia: Requiere la mejora continua de formulaciones y estrategias de aplicación.
• Nuevas tecnologías: Su éxito depende de la accesibilidad y la capacitación adecuada para su uso.

Riesgo de Oídio en la Vid (Erysiphe necator)

Factores que Aumentan el Riesgo de Oídio

• Alta humedad relativa (60–90%) sin mojado libre.
• Temperatura óptima: 20–27 °C.
• Zonas con primaveras cálidas y secas.
• Alta densidad de follaje, que reduce la ventilación.
• Monocultivos y baja diversidad genética.
• Mayor riesgo en brotes jóvenes y durante la floración.

Factores que Disminuyen el Riesgo de Oídio

• Lluvias frecuentes (que lavan el micelio).
• Temperaturas extremas: inferiores a 10 °C o superiores a 35 °C.
• Buena ventilación en el dosel del viñedo.

Riesgo de Botrytis en la Vid (Podredumbre Gris)

Factores que Aumentan el Riesgo de Botrytis

• Alta humedad relativa (>95%) y presencia de agua libre.
• Temperaturas suaves: 15–25 °C.
• Alta densidad de racimos y follaje, que crea un microclima húmedo.
• Daños mecánicos o causados por plagas, que facilitan la infección a través de heridas.
• Etapas críticas: floración y pre-cosecha.

Factores que Disminuyen el Riesgo de Botrytis

• Racimos aireados mediante poda y manejo adecuado de la canopia.
• Evitar el exceso de nitrógeno, que promueve un follaje denso.
• Días soleados y secos.

Decisión de Aplicaciones Fungicidas en el MIP

En el MIP, se evita el calendario fijo de aplicaciones, priorizando criterios epidemiológicos y la información específica del cultivo y el ambiente.

Criterios para la Aplicación

• Monitoreo constante de síntomas.
• Pronóstico meteorológico.
• Modelos de riesgo (ejemplo: cartografía de oídio en Maule).
• Fenología del cultivo (floración, cierre de racimos, envero).

Estrategias de Aplicación

• Rotar ingredientes activos para prevenir resistencias.
• Aplicar preventivamente solo en momentos críticos, evitando el exceso.
• Complementar con prácticas culturales que refuercen la sanidad del cultivo.

Proceso de Implementación del MIP

1. Identificar el daño y la plaga o patógeno.
2. Conocer los ciclos biológicos de la plaga/patógeno y del cultivo.
3. Realizar monitoreo y muestreo sistemático.
4. Establecer el umbral económico de daño.
5. Seleccionar las técnicas de control más adecuadas (biológicas, culturales, químicas, físicas).
6. Evaluar y registrar los resultados para ajustar futuras estrategias.

La Pirámide del MIP: Un Enfoque Estratégico

La pirámide del MIP representa un enfoque jerárquico para el control de plagas y enfermedades, priorizando las medidas menos invasivas:

• Base: Prevención (prácticas culturales, variedades resistentes).
• Nivel intermedio: Monitoreo (detección temprana, umbrales).
• Cúspide: Manejo (uso de químicos como último recurso y de forma racional).

Modelos y Pronósticos en el Manejo de Enfermedades

Definición y Tipos de Modelos Predictivos

Los modelos predictivos son simplificaciones de la interacción entre patógeno, hospedero y ambiente, diseñados para prever el desarrollo de enfermedades.

• Tipos: Se clasifican en empíricos (más simples, basados en observaciones) y analíticos (más robustos, basados en procesos biológicos).

Pasos en el Desarrollo de un Modelo

1. Investigación: 5–10 años.
2. Desarrollo: Creación del modelo.
3. Calibración: 2–4 años, ajuste a condiciones locales.
4. Transferencia: 1–2 años, implementación en campo.
5. Mantenimiento: Indefinido, para asegurar su vigencia y precisión.

Las Tablas de Mills son un ejemplo clásico que predice la infección basándose en el tiempo de hoja mojada y la temperatura.

El uso de estos modelos permite tomar decisiones tácticas (día a día) y estratégicas (para toda la temporada).

Modelos Específicos para Enfermedades de la Vid

Oídio (Erysiphe necator)

• Condiciones favorables: 20–30 °C y humedad relativa del 60–90% sin agua libre.

Índice Gubler

Este índice cuantifica el riesgo de oídio:

• 20–30 °C por 6 horas durante 3 días consecutivos = +30 puntos.
• +20 puntos por cada día adicional con estas condiciones.
• Temperatura >30 °C por 1 hora = –10 puntos.

Interpretación del Índice Gubler:

• 0–30 puntos = riesgo bajo.
• 30–60 puntos = riesgo moderado.
• 60–100 puntos = riesgo alto.

Recomendación de aplicación: Iniciar con 30–50 puntos y repetir si el índice se mantiene por encima de 50.

• Umbral de acción: 50 conidias/m³ de aire para iniciar aplicaciones.
• La producción de vinos tolera hasta un 5% de severidad en las bayas.
• Los modelos predictivos pueden reducir las aplicaciones de fungicidas entre un 30% y un 45%.
• La reproducción sexual del patógeno genera variabilidad genética, lo que puede conducir a resistencia a los fungicidas.

Botrytis (Botrytis cinerea)

• Condiciones favorables: Temperatura de 15–25 °C, humedad relativa >95% y presencia de agua libre.
• Infecta: Flores, hojas, brotes, sarmientos y bayas.
• A mayor temperatura y presencia de agua libre, menor es el período de incubación y mayor la probabilidad de infección.

Índice de Infección

Este índice evalúa el riesgo de infección por Botrytis:

• <0 = nulo.
• 0–0,5 = bajo.
• 0,5–1 = medio.
• >1 = alto.

• Umbral de acción: 10–15 conidias/m³ de aire para aplicar fungicidas.
• Los modelos predictivos permiten reducir las aplicaciones sin comprometer la eficacia del control.
• Ejemplo: En kiwi, la Botrytis latente en floración puede causar pudrición peduncular.

Herramientas de Diagnóstico Avanzado

• PCR y LAMP-PCR: Métodos de detección rápida (a menudo con resultados colorimétricos) para identificar patógenos.
• Sistemas en desarrollo: Integran recolectores de esporas, estaciones meteorológicas y PCR automático para un monitoreo y diagnóstico en tiempo real.