Portada » Lengua y literatura » Retratos de la Vida Afgana: Costumbres, Restricciones y Resistencia
Este documento recopila una serie de relatos que ofrecen una visión profunda de la vida en Afganistán, explorando las complejidades de sus costumbres, las estrictas restricciones impuestas por el régimen talibán y las diversas formas de resistencia cultural y personal. A través de trece capítulos temáticos, se abordan aspectos cruciales como el matrimonio, la censura, la justicia, la expresión artística y la lucha por la dignidad en un contexto de opresión.
El Sultán desea una segunda esposa. Sonya y él se llevan cuarenta años. Su familia no lo apoya, pero no pueden llevarle la contraria porque la voluntad del Sultán siempre ha de ser aceptada. Él ofrece como dote: anillo, collar, pendiente, pulsera de oro rojo, 150 litros para cocinar, una vaca y ovejas. Pasan veinte días entre la petición y la boda.
Los talibanes queman libros con imágenes de seres vivos (humanos, animales). Los textos heréticos no son identificados por los analfabetos, quienes no saben distinguir su contenido. Se consideran enemigos públicos aquellos a quienes les gusta la escultura, la música, las imágenes o las películas. Se encarcela a quienes venden libros ilegales. El Sultán, desafiando las prohibiciones, roba libros de la Biblioteca Nacional.
Los «pecados» de Salika comienzan cuando ella acepta mensajes y cartas de un chico desconocido. Después, se encuentran y se enamoran, lo que supone una gran transgresión, ya que sus padres nunca habían elegido a ese chico para ella. En esta sociedad, la mujer no puede amar a quien quiere, ni un hombre tener una sola mujer (como en el caso de Salika). Sharifa se ve obligada a aceptar que el Sultán quiera a otra mujer, compartiendo vivienda y todo. Salika y Yamila son castigadas por amar a alguien sin el permiso de sus padres. Yamila es asesinada.
Este capítulo aborda la prohibición del deseo amoroso de las mujeres afganas y cómo, a partir de cantos y poemas secretos, han mostrado su disconformidad hacia esta injusticia a lo largo de los años. El contenido procede de un libro sobre poesía popular de las mujeres pastún, escrito por el poeta afgano Sayd Bahodin Majruh.
El Sultán viaja desde Afganistán hasta Pakistán por negocios. Los afganos no son bienvenidos en Pakistán y toman una ruta diferente para evitar a las autoridades. La frontera de Pakistán se cerró para mantener alejados a talibanes y terroristas. Sharifa y el Sultán visitan a parientes lejanos para proponer el matrimonio entre el hermano del Sultán, Yunus, y la hija menor de estos parientes, Belkisa. El arreglo no tiene éxito porque los padres sienten que su hija de trece años es demasiado joven. Sin embargo, el Sultán confía en que esto cambiará, debido a su riqueza y estatus de clase media. El Sultán continuará su viaje a Lahore, donde negocia la impresión, encuadernación y publicación de libros de texto para escolares afganos.
Las hermanas del Sultán se van a casar. Una de ellas es Bulbula, considerada «gratis» por ser poco dotada, bastante inútil, coja de un pie y con una mano paralizada. Shakila se enamoró de un hombre casado y se veían a escondidas durante cuatro años. Wakil y Shakila se comprometen, pero ella no quiere. Shakila cumple treinta años y los pretendientes se marchan. Wakil y los padres de Shakila ponen fecha a la boda. Shakila y sus hermanas piensan lo peor.
La llegada de los talibanes a Kabul en septiembre de 1996 trajo consigo dieciséis decretos para una nueva era. Entre ellos, destacan:
Una persona desconocida, al principio con burka, recorre las calles en busca de cosas para la boda. Se observa que Shakila es manipuladora y coqueta, desafiando a su marido al quitarse el burka antes de la boda, algo que no está permitido.
Una novia perfecta debe tener una apariencia artificial, como la de una muñeca. Veinte hombres entran a la casa vecina donde está Wakil y terminan de negociar: debe haber una suma de dinero en caso de que Shakila se divorcie sin razón legítima. En la ceremonia, pisa primero el hombre que la mujer. Mansur describe la boda como de «tercera clase» por la comida mala, la ropa ordinaria, las albóndigas y el arroz, las túnicas y los chales. En el patio hay dos sillas en las cuales los novios deben sentarse; primero debe hacerlo el novio, así será dominado por la novia.
Bibi Gul se siente sola; para ellos, una boda es como una pequeña muerte. La familia de la novia está de duelo como después de un entierro. Su hija ya no vivirá más con ella; además, la hija no puede visitar a su familia cuando quiere, sino solo cuando su marido se lo permite, y su familia no puede ir de visita a la nueva casa de su hija sin ser invitada previamente. Técnicamente, no está sola de sus hijas; aún queda Leila por casarse, pero ningún hombre la tendrá antes de su muerte. El único lugar privado es un cofre que cada miembro de la familia tiene con su correspondiente clave, como una vitrina personal.
Esta historia trata sobre Mansur, quien es cautivado por una hermosa mujer a la que no puede ver debajo del burka. Ella quiere un libro y él la invita a su casa a buscarlo, algo que es tabú. Mansur le da un discurso, pero al día siguiente ella nunca se presenta. Cuando finalmente lo hace, el Sultán le da permiso a Mansur para ayudarla en la tienda.
Mansur cree que Alí, el primo y yerno del profeta Mahoma, lo ha llamado para hacer la peregrinación. Su padre dice que no, pero de repente cambia de opinión y dice que sí. En el camino, Mansur y su amigo ven muchas ciudades pobres. Después del día de oración, Mansur siente que necesita un descanso. Al final, Mansur exclama: «¡Estoy bendecido! ¡He sido perdonado! ¡He sido purificado!»
Este capítulo trata sobre Leila y sus múltiples trabajos. Ella es quien en la casa se ocupa de todos los demás. Muchos de los miembros de su familia la menosprecian y la tratan con falta de respeto. Ella se lo toma con calma y, de hecho, dirige la casa. Trata de cuidar a todos y todos esperan que ella los cuide. Es triste la forma en que la tratan, casi como a una esclava.