Portada » Magisterio » Objetivos Educativos, Taxonomía y Contenidos Didácticos: Claves para la Enseñanza
Algunas características que identifican a los objetivos operativos/cerrados son:
La Taxonomía de los campos de aprendizaje se refiere a:
Los objetivos expresivos/abiertos constituyen un planteamiento alternativo al modelo tecnológico. La diferencia que hay con los procesos finalizados es que «el viaje» está condicionado a llegar a tal sitio cuanto antes, con el menor coste y cansancio, etc. En los procesos abiertos, lo importante es el viaje, y la meta es simplemente un marco de referencia secundario que solo nos orienta hacia dónde debemos dirigirnos. Como parece claro, uno preparará de diferente manera un viaje con final y un viaje abierto. El profesor puede definir los objetivos que se pretenden lograr de manera tal que todo esté vinculado funcionalmente al resultado u objetivo a alcanzar. O, por el contrario, el profesor puede decidir un proceso abierto cuya virtud radicará en la diversidad de procedimientos, de interacciones, de experiencias vividas y de la implicación personal del alumno.
Los Principios de procedimiento incluyen:
Los Objetivos didácticos tienen las funciones de servir de guía a los contenidos y a las actividades de aprendizaje, y de proporcionar criterios para el control de esas actividades. Para la redacción de los objetivos didácticos hemos de considerar, como mínimo, cuatro criterios:
Los Tipos de Actividades incluyen:
En el Tema 3: Relación entre tipo de contenido y método de enseñanza, se distinguen:
Dentro de los contenidos conceptuales encontramos los hechos, los conceptos y los sistemas conceptuales o principios. Los hechos se refieren a datos, fechas, realidades fácilmente asimilables. Los conceptos a un conjunto de hechos, objetos o símbolos con características comunes, implican abstracción, como por ejemplo el feudalismo. Los principios a enunciados que describen cómo los cambios que se producen en un objeto se relacionan con los cambios que se producen en otros. El tratamiento de estos contenidos es diferente en cada caso en el aula.
El segundo tipo de contenidos, los procedimientos, se refiere a las habilidades técnicas, destrezas y estrategias que queremos que el alumno consiga con nuestra ayuda. Son formas de actuar y de llegar a resolver tareas. Tienen que ver con el saber hacer y capacitan al alumno para aprender a aprender.
Los contenidos actitudinales incluyen las actitudes, los valores y las normas. Los valores son las creencias individuales sobre lo deseable, principios normativos de conducta que provocan actitudes y las regulan. Constituyen contenidos problemáticos tanto por su didáctica como por su definición, pues se constituyen a partir de componentes ideológicos.
Los hechos necesitan actividades repetitivas y de memorización, mientras que los conceptos y los sistemas conceptuales necesitan de actividades de repetición en la acción. Cuanto más se ejercite la repetición, más se estimulará el recuerdo. Es necesario tener en cuenta que se aprenderá más si la repetición se distribuye en varios días. Una estrategia interesante puede ser la de emplear los mapas conceptuales, ya que exponen los conceptos y las relaciones que se establecen entre ellos. Otra propuesta es la de Arends, quien afirma que cuando el maestro planifica la lección de un concepto ha de pensar en qué concepto enseñar, qué ejemplo y contraejemplo utilizará y cuál será la mejor manera de presentarlo a los alumnos.