Portada » Ciencias sociales » Conceptos Sociológicos Clave: Identidad, Cultura y Estructura Social
La identidad se constituye gracias al aporte de quienes decidieron adaptarse a una nueva realidad, dejando de lado su cultura y, en ocasiones, su idioma original.
Son las características que permiten a una persona ser reconocida y reconocerse como parte de un país (ej., argentino). Es el resultado de la interacción de distintas personas de diversos países que vinieron y aportaron muchos elementos de su cultura original para construir la cultura argentina.
Las diferencias entre los integrantes de los distintos sectores socioeconómicos se explican a través del habitus, que es un conjunto de estructuras de pensamiento, creencias y opiniones dentro de la sociedad. Estas llegan a formar parte del individuo como resultado de su proceso de socialización.
Ayudan al individuo a discernir lo que es bueno o malo para él, a través de esquemas y criterios de clasificación y de percepción de los hechos que suceden a su alrededor.
El habitus se forma como resultado de la socialización del individuo y le permite definir sus gustos.
Promueve el consumo porque apela constantemente a la significación social y cultural de los objetos y servicios.
Su fin es crear, reproducir o defender interpretaciones y sentidos. Su función principal es simbólica, y su objetivo es transmitir significados y valores culturales.
Es un sistema de representaciones que tiene una existencia y desempeña un papel histórico en el seno de una sociedad.
Es producida y difundida por los grupos socioeconómicos más poderosos, a través de los medios de comunicación social. Realza el significado social del consumo de bienes y servicios, asociándolo con valores como el éxito material, la juventud y la belleza física.
La clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad tiene a su disposición los medios para la producción material y para la producción espiritual. Son las relaciones de producción las que hacen de una determinada clase la dominante.
Permite explicar cómo las personas internalizan y ponen en práctica su particular visión del mundo.
El sector socioeconómico, compuesto por propietarios y no propietarios de los medios de producción, maneja la transmisión cultural, difundiendo información, creencias y valores que favorecen su posición de privilegio.
Son espacios de acción organizada en torno a un interés específico e incluyen todos los aspectos de la vida de una sociedad. Están definidos por la existencia de puestos, ocupados por personas que están en interrelación. Están constituidos por dos elementos:
Los campos son autónomos porque mantienen relaciones con otros campos. La relativa autonomía de cada campo depende de los contextos espaciales, temporales y sociales.
Es la cultura destinada al gusto refinado, suele identificarse con las «obras únicas» de alto costo de adquisición. Está conformada por artistas, marchantes, instituciones culturales y académicas, y los consumidores.
Son las expresiones culturales de los sectores populares, caracterizada por ser manifestaciones culturales de aquellos que carecen de poder económico o político y que, históricamente, no tuvieron acceso a la alfabetización. Esta cultura se manifiesta a través de producciones locales, heterogéneas, creadas a lo largo del tiempo y asociadas a tradiciones.
El desarrollo tecnológico de los medios masivos de comunicación provocó una fuerte igualación cultural. La masificación de la cultura produce una separación creciente entre quienes producen y quienes consumen los bienes culturales.
Un producto cultural es considerado bueno cuando tiene una gran cantidad de audiencia o lectores.
La elección de contenidos de TV se basa en criterios de calidad de la información transmitida.
Son las posiciones que ocupan las personas y que varían de acuerdo con la edad, el sexo, el estado civil, la profesión, y dependen de la situación social en la que participan en cada circunstancia de sus vidas. A cada estatus corresponde un conjunto de conductas definidas socialmente; ese conjunto de comportamientos se denomina rol.
El estatus hace referencia a la posición, y el rol a la gama de conductas esperadas para cada estatus; el rol es la puesta en práctica del estatus.
Se refieren a unidades de conducta que, por su recurrencia, están orientadas hacia la conducta de otros actores. Forman patrones de conducta mutuamente orientados; los otros esperan cosas de nosotros y también están desempeñando roles.
Posiciones sociales definidas por la edad, por la familia en la que nacimos, el sexo y otras características que se definen a partir del nacimiento o son heredadas (ej.: mujer, hombre).
Son aquellos en los cuales los individuos se ubican como resultado de su experiencia de vida. Son el resultado de la decisión y el esfuerzo personales, y se consiguen solo luego de demostrar sus capacidades o su derecho para ocuparlos. Se llega a ellos por propia elección, competencia y aptitudes (ej.: médicos, maestros).
Una institución social se configura cuando los roles se encuentran jerárquicamente ordenados, organizados e interrelacionados. Sus finalidades son preservar la especie a través de la procreación, brindar cuidado, protección, educación y afecto a los nuevos miembros (socializarlos).
Para desarrollarlas, deben coexistir diferentes roles institucionalizados, como el estatus-rol ejercido por los padres y el estatus-rol de los hijos.
Es la forma de diferenciación y jerarquización de las tareas que se realizan en una sociedad. Permite explicar los procesos de cambio social, ya que a medida que las sociedades se modernizan, hay mayor diferenciación porque las actividades se van especializando, surgen nuevas herramientas y conocimientos para manejarlas, y nueva tecnología.
En cambio, en las sociedades con tecnologías simples, la división del trabajo era rudimentaria, basada en el sexo y la edad.
Para establecer el NSE, se consideran diversas dimensiones:
Los criterios para establecer el nivel socioeconómico son objeto de estudio constante en las sociedades modernas, caracterizadas por el cambio social.
Existen diferentes sistemas de gobierno:
La división de tareas del Estado permite una clara distribución de responsabilidades, diferenciando quiénes escriben las leyes, quiénes las ponen en práctica y quiénes controlan su acatamiento.