Portada » Biología » Anatomía y Fisiología del Sistema Reproductor Femenino: Órganos y Funciones Esenciales
El sistema reproductor femenino se compone de las siguientes partes:
Los ovarios son dos cuerpos ovalados, con forma de almendra, de aproximadamente 3 a 5 cm de longitud, 1 cm de ancho y 1 cm de espesor. Se localiza uno a cada lado del útero y se mantienen en esa posición por varios ligamentos, dentro del ligamento ancho y debajo de las trompas.
Los ovarios son las gónadas femeninas y tienen el mismo origen embriológico que los testículos. En los ovarios se cumplen dos funciones principales: una secreción externa o gametogénica, que consiste en la formación de los gametos femeninos u óvulos (los cuales pueden ser fecundados por los espermatozoides a nivel de las trompas de Falopio), y otra de secreción interna, donde se producen y secretan a la sangre una serie de hormonas como la progesterona y los estrógenos.
La función gametogénica está regulada por la FSH (hormona folículo estimulante), mientras que la secreción hormonal es regulada por la LH (hormona luteinizante), la cual estimula el desarrollo del cuerpo lúteo (cuerpo amarillo) y la secreción de estrógenos y progesterona.
Los ovarios están cubiertos por dos capas de tejido conectivo: el epitelio superficial y la túnica albugínea. Dentro de los ovarios se distinguen dos zonas principales:
Es la zona donde se hallan los folículos ováricos de Graaf, maduran los óvulos y se producen las hormonas sexuales (esencialmente estrógenos y progesterona).
Es una zona interna de tejido conectivo que acoge en su interior los vasos sanguíneos y linfáticos, así como terminaciones nerviosas.
En la corteza del ovario se encuentran los folículos ováricos, que contienen los ovocitos en sus distintas fases de desarrollo y las células que los nutren. Estas células, además, secretan estrógenos a la sangre a medida que los ovocitos van aumentando de tamaño. El folículo maduro, o folículo de Graaf, es grande, está lleno de líquido y preparado para romperse y liberar el ovocito, el cual será recogido por el infundíbulo de las trompas de Falopio. A este proceso se le denomina ovulación.
Los cuerpos lúteos o cuerpos amarillos son estructuras endocrinas que se desarrollan a partir de los folículos ováricos que han expulsado sus ovocitos u óvulos durante la ovulación. Producen y secretan a la sangre diversas hormonas como la progesterona y los estrógenos. Si el óvulo no es fecundado, degeneran y son reemplazados por una cicatriz fibrosa.
Antes de la pubertad, la superficie del ovario es lisa, mientras que después de la pubertad se cubre progresivamente de cicatrices a medida que degeneran los sucesivos cuerpos lúteos. Además, si el óvulo no es fecundado, este pasa al útero para ser eliminado cada mes a través de un flujo sanguíneo compuesto por un líquido acuoso, sangre y residuos del endometrio uterino, proceso denominado menstruación. Su duración suele ser de tres a cinco días, en los que se expulsa una cantidad aproximada de 40-50 ml.
Al nacer, una niña presenta aproximadamente 400.000 folículos. De estos, la mayoría se atrofian por un proceso denominado atresia folicular, quedando unos 20.000, y solo maduran alrededor de 400 en total a lo largo de la vida reproductiva hasta la menopausia.
La ovulación consiste en el desprendimiento periódico de un óvulo a partir de un folículo de Graaf maduro del ovario. La ovulación se presenta hacia el día 14 de cada ciclo menstrual, el cual suele durar de 28 a 30 días. El ciclo comienza el primer día de la menstruación y termina un día antes de que comience la siguiente, situándose la ovulación aproximadamente a la mitad del ciclo.
Con la llegada de la pubertad y hasta la menopausia, el cuerpo de la mujer se prepara todos los meses para un posible embarazo. Concretamente, la capa interna del útero, llamada endometrio, se renueva en cada ciclo menstrual para albergar al embrión una vez fecundado y permitir la gestación.
La primera menstruación se conoce como menarquia o menarca y aparece cuando las niñas llegan a la pubertad, generalmente entre los 12 y los 14 años. No obstante, algunas niñas pueden tener su primera regla a los 10 años o esta puede retrasarse hasta los 16 años. La menstruación dura aproximadamente hasta los 45 o 50 años, momento en que comienza la menopausia.
También llamadas trompas uterinas, son dos conductos delgados que se extienden lateralmente desde los cuernos uterinos hasta la superficie del ovario. Las trompas tienen una longitud de 10 a 20 cm. Hacia el lado del ovario, presentan una región ensanchada llamada pabellón de la trompa.
Cada trompa uterina se divide en cuatro porciones principales:
Es el extremo distal con forma de embudo, provisto de fimbrias que rodean al ovario.
Mide de 4 a 6 centímetros y va aumentando de tamaño conforme se acerca al infundíbulo. Es el lugar más común de la fecundación.
Es la segunda parte más estrecha y mide de 2 a 4 centímetros.
Está incluida en el músculo uterino y es la parte más estrecha de la trompa.
La mucosa de la trompa está provista de un epitelio secretor interno, tapizada de células ciliadas, las cuales, junto con los movimientos peristálticos de las paredes del conducto, facilitan el transporte del óvulo desprendido del ovario. Su función principal es recoger el óvulo y transportarlo a la cavidad uterina. En el tercio externo de la trompa (específicamente en la ampolla) se produce la fecundación, es decir, la unión del óvulo con el espermatozoide.
El útero o matriz, también denominado el órgano de gestación, es un órgano muscular hueco, piriforme y de pared gruesa, situado en la pelvis menor, en la parte media de la cavidad pelviana, debajo de las asas intestinales. El espesor de sus paredes es de aproximadamente 1 centímetro.
El útero se divide en tres porciones:
Es la parte superior del útero. Incluye el fondo uterino, que es la porción redondeada superior donde se abren las trompas de Falopio. El cuerpo es aplastado en sentido anteroposterior y tiene aspecto de cúpula.
Es la región del cuerpo relativamente contraída, situada inmediatamente por encima del cuello uterino.
Es la porción inferior estrecha y cilíndrica que protruye en la parte superior de la vagina, dentro de la cual se proyecta formando el hocico de tenca.
Además, la pared del cuerpo uterino presenta tres capas:
Es la túnica o serosa externa, que consiste en peritoneo sostenido por una capa delgada de tejido conectivo. Permite el deslizamiento entre los órganos que rodean el útero, sirviéndole así de protección.
Es la túnica muscular media, compuesta por fibras lisas. Es una capa gruesa que se distiende considerablemente durante el embarazo, aumentando de tamaño durante la gestación para permitir el desarrollo embrionario. También colabora en la expulsión del feto durante el parto mediante sus contracciones, que son involuntarias pero rítmicas. Estas contracciones, al aumentar su duración y disminuir el lapso entre una y otra, anuncian de manera definitiva la proximidad del parto. Además, las ramas principales de los vasos sanguíneos y los nervios del útero se localizan en esta capa.
Es una túnica mucosa interna que se adhiere firmemente al miometrio. Se desarrolla mensualmente con el objetivo de nutrir al óvulo fecundado; sin embargo, si la fecundación no se ha producido, se elimina durante el periodo de la menstruación.
Es el órgano copulador femenino, que recibe al órgano masculino. Es un conducto musculomembranoso que tiene una longitud de 7 a 10 cm. Se extiende desde el cuello del útero hasta la vulva, de la cual está separada por una membrana denominada himen. Gracias a su elasticidad, en situaciones como el coito y el parto, la vagina tiene una gran capacidad de distensión.
Las funciones que desempeña son:
Parte redondeada de tejido adiposo que cubre el hueso púbico, recubierto de piel y vello. Su función es proteger los órganos internos amortiguando los golpes.
Son dos pliegues de piel que protegen la vulva, evitando la entrada de bacterias al interior.
Son dos pliegues de piel situados dentro de los labios mayores que protegen la entrada a la vagina. También contribuyen a mantener la temperatura adecuada.
Es una zona que contiene los orificios de la uretra, la abertura de la vagina, el himen, las glándulas de Bartolino y las glándulas parauretrales (o de Skene).
Es un pequeño órgano cilíndrico eréctil formado por numerosas fibras de tejido nervioso. Es muy sensible a la estimulación sexual.