Portada » Medicina y Salud » Chernobyl: Impacto Sanitario y Ambiental del Accidente Nuclear de 1986
El 26 de abril de 1986, cerca de la una de la madrugada, el reactor número 4 de la central nuclear de Chernobyl, en la Ucrania Soviética, experimentó una excursión de potencia durante una prueba de baja potencia. En cuestión de segundos, la potencia del reactor se multiplicó casi 100 veces su valor nominal. El sistema de refrigeración de agua ligera no pudo disipar la enorme cantidad de calor generado, provocando la vaporización del agua y una subsiguiente explosión de vapor que destruyó el reactor.
Durante los diez días posteriores al accidente, se liberaron a la atmósfera aproximadamente 12 exabequerels (300 Megacuries) de isótopos radiactivos. Esta liberación contaminó significativamente un área de 150.000 kilómetros cuadrados, afectando a una población de 6 millones de personas. Además, se registró un incremento medible en los niveles de radiación ionizante en la mayor parte de Europa.
Los efectos perjudiciales para la salud pública derivados de la explosión del reactor de Chernobyl no eran completamente inevitables. Las consecuencias directas e inevitables incluyeron la destrucción total del reactor, la muerte de dos miembros del personal de operación presentes en el momento de la explosión y la contaminación radiactiva de una vasta extensión territorial. Sin embargo, las circunstancias que rodearon el evento propiciaron graves efectos adversos para la salud pública. A continuación, se resumen estos efectos y se examinan sus causas inmediatas y profundas.
Debido a la magnitud del accidente, las complejas y cambiantes condiciones meteorológicas, y la prolongada duración de las emisiones radiactivas a la atmósfera, se produjo una extensa contaminación ambiental. La radioecología, que hasta Chernobyl se consideraba principalmente una disciplina científica dedicada al estudio de las interacciones entre radionucleidos y la biosfera, se vio obligada a enfrentar un problema de proporciones masivas. El objetivo principal de esta ciencia se reorientó hacia la aplicación de sus conocimientos para mitigar las consecuencias de la contaminación, con un enfoque primordial en la protección de la salud humana.
Las características clave en la distribución de las dosis de radiación recibidas por la población se pueden resumir en los siguientes puntos:
Datos confirmados indican que 444 personas se encontraban en el emplazamiento en el momento del accidente (176 miembros del equipo de la central y 268 trabajadores de la construcción del quinto reactor), a quienes se unieron rápidamente los bomberos. Estos individuos, especialmente los operarios y bomberos, sufrieron irradiación externa, inhalación de gases radiactivos y exposición cutánea a partículas depositadas en la ropa, lo que les causó graves quemaduras. El número de fallecimientos inmediatos se cifró en 31. En los dos meses posteriores al accidente, se registraron 28 muertes adicionales.
El notable incremento en la incidencia de cáncer de tiroides en niños de Bielorrusia, particularmente en las regiones de Gomel y Brest, constituye el efecto sobre la salud más contundente documentado en las zonas afectadas. En los nueve años previos al accidente, solo se habían registrado 5 casos de cáncer de tiroides infantil en Minsk. Tras el accidente, la cifra aumentó drásticamente: 7 casos anuales hasta 1989, 29 en 1990, 59 en 1991, 66 en 1992, 79 en 1993 y 82 en 1994. Hasta julio de 1995, el total acumulado en Bielorrusia ascendía a 390 casos, lo que representa un aumento de 100 veces la incidencia natural de cáncer de tiroides infantil, cuya tasa natural es muy baja (0.1 casos por 100.000 habitantes al año), permitiendo una clara relación causal con el accidente.
En Ucrania, con una población cinco veces superior a la de Bielorrusia, la tasa anual de casos de cáncer de tiroides infantil pasó de 5 a 26 en 1990, 22 en 1991, 47 en 1992, 43 en 1993 y 39 en 1994. El total de casos en el período 1981-1985 fue de 59, frente a 339 casos registrados entre 1986 y 1994.
En la Federación Rusa, se detectaron 62 casos entre individuos que eran niños y adolescentes en el momento del accidente.