Portada » Formación y Orientación Laboral » Conceptos Clave de Seguridad y Salud Laboral: Prevención de Riesgos en el Trabajo
Un riesgo laboral es la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo o de las condiciones en que este se desarrolla.
Un factor de riesgo es una condición o circunstancia potencialmente productora de daño; es decir, el antecedente inmediato del daño, la causa que lo ha producido.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades.
Según el Artículo 4 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), la prevención consiste en el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del trabajo.
La finalidad de las normas reglamentarias en Prevención de Riesgos Laborales es proporcionar a los trabajadores y trabajadoras una protección adecuada frente a los peligros que puedan amenazar su salud y seguridad en los puestos de trabajo.
La gravedad de los accidentes eléctricos viene determinada por los siguientes factores clave: intensidad de la corriente, el voltaje o la tensión, la resistencia del cuerpo, el trayecto que sigue la corriente y el tiempo de contacto.
La intensidad eléctrica se mide en Amperios (A).
El fuego es una reacción química exotérmica, resultado de la combinación del oxígeno (comburente) con una sustancia combustible.
Las infecciones se manifiestan dependiendo tanto de las características del agente biológico (virulencia, dosis) como del nivel de las defensas de la persona que sufre el contagio.
El contagio por un agente biológico puede producirse por las siguientes vías: respiratoria, digestiva, parenteral (a través de heridas o inyecciones) y dérmica (a través de la piel).
Algunas de las enfermedades más conocidas causadas por agentes biológicos incluyen el carbunco, la tuberculosis y la rabia, entre otras.
Los contaminantes físicos son manifestaciones de diversos tipos de energía (como ruido, vibraciones, radiaciones, temperatura) que, producidas por determinadas fuentes en el ambiente de trabajo, pueden afectar negativamente la salud de los trabajadores y trabajadoras expuestos a ellas.
La energía es la capacidad que poseen los cuerpos para producir trabajo, es decir, la cantidad de energía que contienen los cuerpos se mide por el trabajo que son capaces de realizar.
El ruido se define como un sonido molesto y no deseado que puede provocar daños en la salud (como pérdida auditiva), y afectar negativamente al rendimiento laboral y a la comunicación.
La ergonomía es la disciplina que se encarga de adaptar el trabajo, las herramientas y el entorno a las capacidades y posibilidades del ser humano, con el objetivo de optimizar el bienestar y el rendimiento, y evitar la fatiga física y mental.
Las vibraciones son movimientos oscilatorios de un cuerpo elástico con respecto a una posición de referencia, que pueden transmitirse al cuerpo humano y causar daños a la salud.
Las vibraciones se expresan comúnmente en Hertz (Hz), que es la unidad de frecuencia.
Para mantener las funciones vitales, el cuerpo humano debe mantener su temperatura interna en un rango estrecho, generalmente entre 36 ºC y 37 ºC. El rango de supervivencia extrema, aunque con graves riesgos para la salud, podría extenderse aproximadamente entre 24 ºC y 44 ºC.
Respecto al total de información sensorial, el 50% corresponde a la visión.
La carga física es el conjunto de requerimientos físicos a los que se ve sometido el trabajador o trabajadora durante su jornada laboral, incluyendo esfuerzos musculares, posturas, movimientos repetitivos, etc.
La carga mental es el conjunto de requerimientos psíquicos o cognitivos a los que se ve sometido el trabajador o trabajadora en su trabajo diario, relacionados con el procesamiento de información, la toma de decisiones y la atención.
Una carga mental excesiva puede producir diversos efectos negativos, como problemas personales, disminución del rendimiento, dolores de cabeza, insomnio, depresión, ansiedad, agresividad, entre otros.
La principal norma que regula la seguridad y salud en el trabajo en España es la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL).
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) se encarga de la vigilancia y el control del cumplimiento de las obligaciones empresariales en materia de prevención de riesgos laborales.
La Higiene Industrial es la disciplina preventiva que se ocupa de la identificación, evaluación y control de los agentes y factores ambientales que pueden causar enfermedades profesionales o afectar la salud y el bienestar de los trabajadores debido a una exposición continuada a contaminantes físicos, químicos y biológicos presentes en el medio ambiente de trabajo.
Un Equipo de Protección Individual (EPI) es cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo. Ejemplos incluyen cascos, gafas, mascarillas, guantes, etc.