Portada » Medicina y Salud » Salud Dental Integral: Prevención, Ergonomía y Bioseguridad en la Práctica Odontológica
El flúor es un elemento químico perteneciente al grupo VII de la tabla periódica, constituido por halógenos, cuya característica es ser no metales en extremo activos. Es ampliamente utilizado en odontología para proteger los dientes contra la caries.
Su aplicación puede ser tópica (mediante barnices, geles o enjuagues) o sistémica (a través del agua fluorada o suplementos). Cuando se utiliza correctamente, el flúor no suele provocar síntomas negativos. Sin embargo, el uso excesivo o inadecuado puede generar efectos secundarios.
Aunque el flúor es muy útil en odontología para prevenir caries, su uso en exceso o de forma inadecuada puede causar efectos adversos. Los síntomas de una exposición excesiva pueden incluir:
El sillón dental es una pieza fundamental en cualquier consulta odontológica, diseñado para proporcionar comodidad al paciente y facilitar el trabajo del profesional. Conocer sus partes y movimientos es crucial para una práctica eficiente y ergonómica.
El sillón dental permite diferentes tipos de movimientos para adaptarse a las necesidades del procedimiento y la comodidad del paciente y el profesional:
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) representan una de las lesiones laborales más comunes a nivel global, afectando a trabajadores debido a la adopción de malas posturas a lo largo del tiempo. En el ámbito odontológico, estas afecciones impactan principalmente hombros, espalda, cuello y extremidades superiores.
Algunas de las causas más frecuentes incluyen:
En la práctica odontológica, los profesionales a menudo adoptan posturas inadecuadas, tanto por comodidad como para mejorar la visibilidad en la cavidad oral, un espacio inherentemente estrecho y de difícil acceso. Esta realidad contribuye significativamente a la aparición de TME, especialmente en el cuello y la espalda de la población odontológica.
La ergonomía en odontología es una disciplina que busca comprender las interacciones físicas entre el profesional y su entorno de trabajo, incluyendo equipos como el sillón dental. Su objetivo es proponer soluciones y mejoras para preservar la salud del dentista, previniendo el desgaste físico causado por movimientos repetitivos y posturas incorrectas.
Es común que los dentistas reporten dolor de espalda, molestias en las extremidades superiores y estrés. La mayoría de estos problemas pueden estar directamente relacionados con el diseño del equipo de trabajo y la forma en que el profesional se mueve y posiciona.
La aplicación de principios ergonómicos puede armonizar esta relación, ya sea a través de la implementación de equipos que aseguren mayor confort y una postura correcta, o mediante la educación del propio profesional, enseñándole prácticas adecuadas y desaconsejando aquellas que puedan comprometer su salud durante la jornada laboral.
La bioseguridad es un pilar fundamental en la práctica odontológica para proteger tanto a los pacientes como al personal de salud de la transmisión de infecciones. Los procedimientos de esterilización y las medidas de prevención universal son esenciales.
Estos procedimientos incluyen el uso de vapor a presión (autoclave), calor seco, gas de óxido de etileno, vapor químico y soluciones químicas. De ellos, los más recomendables y ampliamente utilizados son el vapor a presión y el calor seco (como se detalla en protocolos estándar). Es de suma importancia realizar un lavado meticuloso del instrumental para eliminar cualquier resto de sangre, saliva, moco, tejido u otros contaminantes antes de la esterilización.
Estas medidas deben aplicarse rigurosamente con TODOS los pacientes para garantizar un entorno seguro:
A continuación, se presentan algunos conceptos relevantes en el ámbito de la salud dental y la prevención: