Portada » Educación Artística » Estrategias Didácticas en Educación Artística: Cartografía y Temporalidad Histórica
La cartografía puede ser muy diversa (mapas a gran escala, mapamundis, atlas, planos, croquis) y posee múltiples funcionalidades. Puede ser usada para recabar conocimientos precisos, para el desarrollo, la síntesis, conclusiones, etc. Los mapas, utilizados mediante observación directa, son la base para enseñar las normas básicas de representación. Además, son el soporte necesario para los conocimientos geográficos, tanto para obtener información como para representarla.
Un mapa puede contener datos muy diversos, no solo en relación con el espacio físico, y no todos directamente observables (población, actividades económicas…).
También se puede apreciar su dificultad. Tonda advierte la capacidad de los niños de 3 años para leer un mapa dentro de una habitación si está orientado en el mismo sentido, pudiendo manipularlo fuera y dentro, en cualquier posición, a la edad de 5. A partir de los 6 años, poseen la capacidad de leer mapas icónicos y trazar el itinerario de casa al colegio. Por ello, iniciar la cartografía a edades tempranas es importante, ya que comprenden más de lo que imaginamos.
Por otro lado, Aranda advierte de sus dificultades, pero destaca su presencia en el aula.
Estas enseñanzas deben ir encaminadas a ayudar a comprender el mundo para poder transformarlo, y los mapas son instrumentos que facilitan una lectura crítica.
La cartografía resulta imprescindible para el aprendizaje del espacio y los contenidos relacionados con él. Del mismo modo, el material audiovisual es una importante fuente de recursos espaciales, incluyendo las reconstrucciones en 3D y las fotografías aéreas o imágenes de satélite.
La cronología (eras y periodizaciones) permite identificar los hechos en el pasado en un orden lógico y organizar las secuencias históricas. La sucesión (antes y después) organiza los hechos por orden lineal y es uno de los primeros aprendizajes.
Para aprender esto, la herramienta más útil es el eje cronológico o línea del tiempo. También existen las pequeñas cronologías, con sus subperíodos, que tienen una carga académica importante.
Sirve para relacionar diferentes hechos o estructuras que han surgido de forma paralela dentro de una formación sociopolítica o en distintas culturas al mismo tiempo.
Es uno de los conceptos más complejos, pues los alumnos tienen dificultad para comprender que, en el mismo momento y en otro lugar, hay personas realizando acciones distintas a las suyas. La simultaneidad es la conciencia de la existencia de dos o más acontecimientos al mismo tiempo. Para ello, es necesario relacionar diferentes hechos o estructuras que han surgido de forma paralela dentro de una formación social o en distintas culturas. Podemos hacerlo con imágenes: por ejemplo, mostrando dos imágenes de sitios distintos en el mismo momento. Es una forma de trabajar la historia entendiendo que los hechos no suceden aislados, sino que pueden estar sucediendo dos hechos al mismo tiempo, influidos por los mismos factores o por factores diferentes.
Permite la percepción de un hecho en el tiempo y la amplitud de sus efectos.
Más compleja aún, está relacionada con los tiempos de Braudel, que habla de la duración desde el tiempo corto, medio y largo. La duración determina la naturaleza del hecho y permite comprender la amplitud de sus efectos, así como el estudio de la causalidad de los fenómenos y las consecuencias que provocan.
Se refiere a la velocidad entre dos o más cambios. Hablamos de distintos conceptos:
La linealidad tiene por objeto el manejo de recursos cronológicos que el ser humano ha utilizado a lo largo de la historia para situarse en el tiempo, como calendarios, siglos, etc.
Estos conceptos también implican pensar históricamente, ya que lo que puede ser para una persona un retroceso, no lo es para otra. Estas dimensiones determinan la clasificación final de los hechos, coyunturas y estructuras por épocas o períodos históricos. Estas, aunque son ‘artificiales’ (pues ni los años de inicio y final de las etapas están claramente definidos), son necesarias para que los alumnos comprendan la historia.
Nuestro eje del tiempo no lo tienen otros países, solo en Europa occidental, de tal forma que hay que asumir que este eje es una elección del más propicio, pero desde el punto de vista occidental. Nuestros ejes reflejan la historia de la civilización occidental, acuñada desde un punto de vista eurocéntrico. Este punto de vista también se refleja en la manera en que hablamos y escribimos historia. Para salvar el carácter propio de cada cultura (distintos puntos de vista) se ha creado una cronología que sirve para todos, a nivel mundial. Esta es utilizada ya por algunos profesores para trabajar la historia desde un punto de vista más global. Otro punto de vista de la cronología es el que aparece en los libros de historia de la Unión Soviética desde un punto de vista económico. Por otra parte, desde un punto de vista didáctico sería interesante escoger temáticas de interés para el alumnado. También se podría abordar el papel de la mujer y la organización social.