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la que trabajamos.
Incitar a los agentes del mundo rural a reflexión sobre el potencial de su territorio aplicando estrategias destinadas a la valorización del patrimonio natural y cultural, la mejora del entorno económico a fin de contribuir a la creación de empleo, y la mejora de la capacidad de organización de las respectivas comunidades.
Los tipos de acciones son:
LEADER propone un acercamiento entre responsables de intervenciones y beneficiarios del programa. Para ello se establecen vínculos entre las actividades, los territorios y los agentes de desarrollo. Esto es la trilogía del desarrollo (estrategia, partenariado y territorio) y ha generado beneficios como:
Incitar a los agentes del mundo rural a una reflexión sobre el potencial de su territorio aplicando estrategias destinadas a la valorización del patrimonio natural y cultural, la mejora del entorno económico a fin de contribuir a la creación de empleo, y la mejora de la organización de las comunidades.
Se trata de identificar claramente el territorio, de carácter rural y con unas dimensiones reducidas. En general, el conjunto es homogéneo, existe coherencia entre sus partes y hay una masa crítica. Sus enfoques están fuera del perímetro administrativo. Se caracteriza por ser un emplazamiento de entre 10.000 y 100.000 habitantes pero con baja densidad de población.
Se trata de situar a la población y a los agentes locales en el centro del proceso de desarrollo. Se hace un planteamiento colectivo por el que la población asume el futuro de un territorio.
El partenariado es la expresión de un grupo de agentes (públicos y privados) que han elegido comprometerse al servicio del desarrollo territorial, capaces de organizar y asumir un compromiso colectivo y con legitimidad para gestionar fondos públicos. Su construcción moviliza a agentes muy diversos que a menudo no tenían la costumbre de trabajar juntos.
En el LEADER, el partenariado local se constituye en forma de “Grupo de Acción Local” (GAL), que es una estructura de puesta en marcha con estatutos jurídicos variados que representa los intereses de agentes y poblaciones concernidas, que establece una estrategia común y un programa de desarrollo y que dispone de poder de toma de decisión y de un presupuesto.
No corresponde ni a una administración pública ni al sector privado. Lejos de ignorar estas instancias, desempeña un papel complementario de articulación de las mismas. Según los países y sus tradiciones políticas e institucionales, hay tres tipos de estructuras:
La normativa europea obliga a que el GAL constituya un conjunto de socios equilibrados y representativos de los distintos ambientes socioeconómicos del territorio.
Se trata de fomentar y respaldar las operaciones que sean innovadoras en cada contexto, que sean demostrativas y transferibles, que ilustren los nuevos caminos que puede seguir el desarrollo rural. La novedad se define en relación al contexto, a las necesidades y oportunidades de mejora.
Tipos: En general, se encuentran dos tipos de acciones innovadoras:
La evaluación la realiza el equipo de evaluación, el seguimiento el equipo de ejecución y gestión y el control el equipo de dirección. Todos ellos comparten la información obtenida uniéndola en la intervención.
Que la evaluación no ha de centrarse solamente en el juicio, sino también en los hechos que suponen las decisiones tomadas y las que se tomarán a partir del juicio.
Que la evaluación no puede llevarse a cabo desde un punto de vista objetivo, sino que necesita del valor impuesto por el sujeto.
Previa, continua (que puede ser interna o externa), intermedia o final.
Hay cinco dimensiones básicas de evaluación: Proceso, resultados, costes, comparaciones y generabilidad.
Indicadores:
Razones:
Los propósitos/objetivos que puede tener una evaluación son:
Los estándares de evaluación son:
El Empowerment Evaluation (EE) es el uso de conceptos, recomendaciones y técnicas de la evaluación para fomentar el desarrollo y la autodeterminación. Se centra en el «empoderamiento» de la población mediante el proceso de evaluación y en la creación de capacidades dentro de los participantes (desde el nivel más bajo posible).
La controversia viene cuando nos preguntamos ¿Qué sucede con la determinación de los valores, méritos o la importancia de la intervención? El «empoderamiento» se ha de centrar en facilitar un papel principal y una total responsabilidad entre las partes interesadas en función del sistema interno de evaluación y de las herramientas de seguimiento, además de un papel de colaboración y responsabilidad en relación con las sucesivas evaluaciones.
En cualquier caso, si se está de una forma tan involucrada en el proceso de evaluación, y si el apoyo a las partes interesadas es tan fuerte, ¿no se pierde la objetividad? Es importante crear un equilibrio entre la defensa de las distintas partes interesadas y la necesidad de mantener la objetividad. En relación con las partes interesadas, estas nunca deben ejercer una influencia sobre el equipo de evaluación, como hacer que deje a un lado su preocupación por la calidad del proceso de evaluación o por la objetividad, es decir, por su credibilidad como un equipo de evaluación. Más bien, la preocupación del evaluador debe ser positiva para así ganarse la confianza de las partes interesadas.