Portada » Psicología y Sociología » Desarrollo Infantil y Estrategias Educativas: Un Enfoque Integral
Defecto en el que la parte exterior de los pies del bebé presenta una curvatura en forma de media luna, orientándose hacia dentro. La causa es un problema de constitución ósea, como una mala postura del feto.
Dificultad para coordinar movimientos en la realización de actividades motoras, lo que produce movimientos lentos y torpes.
Manifestaciones motoras de balanceo más o menos uniforme, brusco y de variable amplitud de la cabeza. Según la zona afectada, se clasifican en: cefálica (cabeza), oculocefálica (ojos y cabeza) o cefalocorporal (cabeza y tronco).
Movimientos involuntarios, bruscos, rápidos y repetidos, que se suceden en intervalos irregulares y que afectan a uno o varios grupos de músculos. Desaparecen durante el sueño.
Incluye la implementación de rampas, barandillas y ascensores para facilitar la accesibilidad.
El educador debe organizar el espacio para que los alumnos puedan desplazarse cómodamente y participar en las actividades. En casos más graves, se asignará un auxiliar educativo para que les ayude en las necesidades que no puedan realizar por sí mismos.
Es fundamental conseguir que los pequeños se sientan aceptados por el grupo de clase. Para ello, se debe utilizar una metodología que fomente las actividades colaborativas. Cuando el niño no pueda participar en una actividad, la educadora le propondrá una alternativa educativa. En todas las actividades, especialmente en el patio, es crucial evitar que el niño se quede aislado.
Es imposible proponer un único programa adecuado de adaptación curricular, ya que cada niño tiene necesidades individuales. Cada educador/a debe proponer una planificación motora apropiada y personalizada.
El desarrollo cognitivo se refiere a la evolución de las funciones y las facultades intelectuales.
Existe una asociación inherente entre la cognición y la inteligencia, aunque esta relación dependerá de la definición que se adopte para el término «inteligencia».
La inteligencia puede definirse como la capacidad que tiene una persona para memorizar, comprender, razonar, resolver problemas, desarrollar un lenguaje y/o crear.