Portada » Filosofía » Heráclito y Parménides: Fundamentos del Ser y el Devenir en la Filosofía Presocrática
Su acmé (periodo de máximo esplendor) se sitúa alrededor del 500 a.C. Nació en Éfeso, una ciudad democrática de la costa jonia. Sin embargo, pertenecía a una familia aristocrática ligada a la realeza.
Heráclito es descrito con un carácter particular:
«El conocimiento de muchas cosas no enseña a tener inteligencia, pues, de ser así, hubiera enseñado a Hesíodo, a Pitágoras y hasta a Jenófanes y Hecateo.» (Fr. 22)
Explicación: Heráclito critica la acumulación de conocimientos sin comprensión real. Para él, no basta con saber muchas cosas; hay que entender su significado profundo.
Heráclito es célebre por su afirmación de que todo está en constante transformación: nada permanece, todo cambia incesantemente.
Ejemplo: El río es aparentemente el mismo, pero el agua que lo compone está en continuo movimiento.
«A quienes entran en los mismos ríos, les recubren aguas distintas cada vez.» (Fr. 12)
«Entramos y no entramos en los mismos ríos, somos y no somos.» (Fr. 49)
Explicación: No podemos bañarnos dos veces en el mismo río porque el agua, al igual que la realidad, está en perpetuo flujo.
¿Implica esto un cambio caótico? Según Heráclito, no.
Aunque todo fluye, este cambio no es caótico ni irracional. Está regido por una ley fundamental, el Logos (razón universal), y se manifiesta a través de un principio dinámico, el fuego como arjé (principio de todas las cosas).
Heráclito introduce el concepto de Logos, que posee un doble significado:
«Debemos saber que la guerra es universal y que la justicia es discordia, y que todo sucede según la discordia y la necesidad.» (Fr. 80)
«La guerra no es sólo el padre de todas las cosas, sino también el rey de todas las cosas.» (Fr. 53)
Explicación: Todo cambio ocurre a través de la lucha de opuestos, una tensión necesaria.
Heráclito sostiene que el universo se mantiene gracias a la lucha constante de opuestos. Ejemplos de ello son:
Sin uno, el otro no podría existir.
«Los contrarios se armonizan y de la diversidad resulta la más bella armonía, y todo ha sido engendrado por la discordia.» (Fr. 8)
Explicación: Los opuestos no se anulan, sino que se necesitan mutuamente para crear la armonía del conjunto.
Para Heráclito, el fuego representa el cambio constante. No se trata de un elemento literal, sino de un símbolo del dinamismo inherente a la realidad. Así como el fuego consume y transforma, el universo se encuentra en un flujo continuo.
«Todo cambia en el fuego y el fuego, en todo.» (Fr. 90)
«Este cosmos no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno.» (Fr. 30)
Explicación: El fuego es eterno y simboliza la transformación incesante del mundo.
Heráclito distingue entre dos vías de conocimiento:
«Por tanto, es necesario seguir lo común; pero, aunque el Logos sea común, la mayoría vive como si tuviera una inteligencia particular.» (Fr. 2)
Explicación: Aunque la verdad (el Logos) es accesible para todos, la mayoría de las personas vive en la ignorancia, aferrada a su perspectiva individual.
Según Heráclito, el alma humana es dinámica y susceptible al cambio. Considera que:
«Un alma seca es muy sabia y muy buena.» (Fr. 118)
«Un hombre cuando está ebrio es conducido por un niño imberbe y va dando tumbos, sin saber por dónde va con su alma húmeda.» (Fr. 117)
Explicación: El autocontrol y la razón son esenciales para alcanzar la sabiduría y mantener la claridad del alma.
Nacimiento: Hacia el 515 a.C. en Elea (Magna Grecia).
Origen social: Pertenecía a una familia aristocrática y participó en la legislación de su ciudad.
Formación: Fue influenciado por el pitagorismo e instruido por Aminias.
Racionalismo extremo: Parménides niega la validez de los sentidos y basa todo conocimiento exclusivamente en la razón.
Su importancia filosófica radica en que:
Parménides expone su filosofía a través de un poema, presentado como una revelación divina. Este poema se divide tradicionalmente en partes, comenzando por:
El proemio narra un viaje místico en el que el filósofo es conducido por unas doncellas a través de una puerta, custodiada por la diosa Justicia (Diké), hacia la luz donde reina la diosa Necesidad. Simbólicamente, este viaje representa el paso de la ignorancia a la verdad absoluta.
👉 «Las yeguas que me arrastran me han llevado tan lejos cuanto mi ánimo podría desear, cuando, en su conducción, me llevaron al famoso camino de la diosa, que conduce al hombre vidente a través de todas las ciudades…» (Fr. 1)
🔎 Explicación: Parménides presenta su doctrina como una verdad revelada, inmutable y accesible únicamente para aquellos que siguen la vía de la razón.
Parménides distingue crucialmente entre:
👉 «Es necesario que el decir y el pensar sean alguna cosa; porque el ser es, pero la nada no es.» (Fr. 6)
🔎 Explicación: No se puede pensar ni hablar coherentemente de lo que «no es» (el No-Ser). Solo lo que «es» (el Ser) es real y, por tanto, cognoscible.
Parménides deduce las cualidades del Ser basándose en el principio fundamental: 👉 «El Ser es y el No-Ser no es.» (Fr. 2). De este axioma, concluye que el Ser es:
👉 «Nunca fue ni será, puesto que ahora es, a la vez, completo, uno, continuo.» (Fr. 8)
🔎 Explicación: El Ser es absoluto, indivisible y no experimenta cambio en ningún aspecto.
Parménides considera que los seres humanos cometen un error fundamental al confiar en sus sentidos. Estos nos presentan una realidad ilusoria en la que parece haber multiplicidad, movimiento y cambio, cuando, según la Vía de la Verdad, todo es uno e inmutable.
👉 «Los mortales, que no entienden nada, se extravían, bicéfalos… han creído que el ser y el no-ser es lo mismo y no lo mismo.» (Fr. 6)
🔎 Explicación: La gente común, al seguir los sentidos, cree erróneamente en la coexistencia del ser y el no-ser, aceptando la aparente diversidad y cambio del mundo como reales, lo cual es una ilusión desde la perspectiva de la razón pura.
Un aspecto crucial y debatido de la filosofía de Parménides es su tratamiento del verbo «ser». Él tiende a identificar «ser» con «existir» y con «pensar», sin distinguir claramente entre los diferentes usos del verbo, tales como:
Este uso a menudo equívoco del verbo «ser» genera ambigüedades en su argumentación y ha sido un punto central de discusión y crítica en la historia de la filosofía.
Parménides de Elea | Heráclito de Éfeso |
---|---|
El Ser es único, eterno e inmutable. | Todo está en constante cambio y devenir (Panta Rei). |
Niega la realidad de la pluralidad y el movimiento (son ilusiones de los sentidos). | El universo es una unidad en la diversidad, una lucha armoniosa de opuestos. |
La razón (Logos) es la única vía hacia la Verdad. Los sentidos engañan. | Los sentidos pueden mostrar el cambio, pero el Logos (razón) es necesario para comprender la ley subyacente. |