Portada » Psicología y Sociología » Psiquiatría Infanto Juvenil: Trastornos, Maltrato y Delincuencia
El desarrollo de esta especialidad en nuestro medio ha sido influido muy predominantemente por el trabajo clínico y de investigación originado en Inglaterra y EE.UU.
El término obsesión (del latín obsidere, que significa asediar, investir, bloquear) fue utilizado en su sentido actual por Wartburg en 1799 y difundido bastante después por Luys (1883) y Falret (1889).
Se basan en teorías del aprendizaje. La ansiedad se asociaría a situaciones específicas, como ensuciarse, y el éxito en la reducción de la ansiedad.
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones.
Están relacionadas con preocupaciones reales del sujeto, son intensas y constantes como las obsesivas pero, a diferencia de estas, el sujeto no las vive como extrañas y patológicas.
Las ideas sobrevaloradas están relacionadas con la biografía, no son extrañas al yo y se caracterizan por una intensa carga afectiva subyacente.
Tienen un componente más ansioso que racional, son más influenciables, se centran en estímulos concretos, generan conductas más acordes con el temor.
En la hipocondría predomina una respuesta psicológica a un temor real de enfermedad, que el paciente considera necesario propagar, sometiéndose a reiterados exámenes y chequeos, mientras que los pacientes obsesivos vivencian su trastorno como un evento mental intruso al que se resisten viviéndolo de forma íntima.
En ocasiones la esquizofrenia se inicia con una apariencia obsesiva. Generalmente el diagnóstico diferencial no suele plantear dificultades.
Es muy frecuente que los pacientes con TOC presenten síntomas depresivos o que desarrollen un trastorno depresivo. Se calcula que entre 60-80% de los pacientes con TOC desarrollarán a lo largo de su vida un trastorno depresivo mayor.
Es frecuente la presencia de antecedentes de tics motores. Se calcula que entre un 20-30% de pacientes con TOC tienen o han tenido anteriormente historia de tics.
Para el tratamiento del TOC se pueden utilizar técnicas de terapia cognitivo-conductual y estrategias psicofarmacológicas.
Se divide en:
Los antidepresivos que se han mostrado particularmente eficaces en el tratamiento del TOC son los inhibidores de la recaptación de serotonina.
Consiste en evitar situaciones de las que podría resultar difícil escapar, o en las que no se podría disponer de ayuda en caso de padecer angustia.
La angustia se desplaza hacia un estímulo concreto. El grado de afectación depende de la medida en que se pueda realmente evitar el objeto de la fobia.
Existe una angustia intensa y persistente ante situaciones donde el paciente se siente observado por personas desconocidas, o que precisan de una interacción social o una actuación en público.
Es conocida la eficacia de los antidepresivos para yugular las crisis de angustia.
La vejiga urinaria está constituida por el músculo detrusor y los esfínteres vesicales interno y externo. Cuando la orina alcanza una determinada presión intravesical se pone en marcha el reflejo de micción, que es innato.
Es la falta premeditada en proveer cuidado y protección adecuadas al niño. La negligencia física puede comprender la falta en proporcionar cuidado médico o proteger del peligro.
Es infligir lesiones a un niño, golpeándolo, pateándolo o mordiéndolo. El maltrato puede causar fracturas, hemorragias internas, equimosis, quemaduras y envenenamientos.
Sucede cuando una persona hace que el niño sienta que es indigno, defectuoso, no querido o no deseado.
Es la conducta sexual entre un niño y un adulto o entre dos niños con edades diferentes o cuando se empleó la coerción.
Comprende a estudiantes de la segunda etapa de formación secundaria o de formación profesional (entre 11 y 14 años).
Es el que busca dentro de su grupo la satisfacción de experiencias esotéricas por medio del alcohol, las drogas y el sexo.
Su prototipo es el menor que ejecuta actos delictivos solo sin que le reporten ningún beneficio, excepto la admiración de sus compañeros.
Incluye adolescentes de más edad (entre 15 y 18 años) que actúan en grupo como mecanismo de autodefensa frente a una sociedad que odian.
Este es un delincuente solitario, desconfiado y desleal que desprecia los sentimientos y derechos de los que los rodean.
Cuando el entorno del niño no es el adecuado surgen problemas que discurren desde el ausentismo escolar, hasta la agresividad y la violencia. Otros mencionan la pobreza, el desarraigo familiar, la escolaridad excesivamente rígida.
Existe una vinculación entre la cognición y el delito, es decir, entre la forma de pensar y de actuar violentamente. La distorsión del pensamiento se centra en seis factores:
El móvil de la mayoría de los delincuentes es la emoción, no el razonamiento. Son individuos que no piensan antes de actuar.
El joven delincuente suele atribuir sus actos a acontecimientos externos determinados por el destino.
El pensamiento de estos chicos está cerrado. La inflexibilidad y la intolerancia son la norma ante lo ambiguo y lo dogmático.
Muchos delincuentes juveniles carecen de la capacidad para razonar sobre lo que no perciben en forma inmediata.
Los lleva a ver el mundo desde su punto de vista, aísla y aliena de la sociedad y además los impermeabiliza de las consecuencias de sus acciones sobre sus víctimas.
La escala de valores está condicionada a su egocentrismo. Solo existe lo que es bueno para ellos.