Portada » Tecnología » Osciloscopios Digitales: Funcionamiento, Medición y Aplicaciones en Sistemas de Inyección
Los osciloscopios digitales poseen un sistema adicional de procesamiento de datos que permite almacenar y visualizar la señal.
Cuando se conecta la sonda de un osciloscopio digital a un circuito, la sección vertical ajusta la amplitud de la señal de la misma forma que lo hacía el osciloscopio analógico. El conversor analógico-digital (A/D) del sistema de adquisición de datos muestrea la señal a intervalos de tiempo determinados y convierte la señal de voltaje continua en una serie de valores digitales llamados muestras. En la sección horizontal, una señal de reloj determina cuándo el conversor A/D toma una muestra. La velocidad de este reloj se denomina velocidad de muestreo y se mide en muestras por segundo.
Los valores digitales muestreados se almacenan en una memoria como puntos de señal. El número de puntos de señal utilizados para reconstruir la señal en pantalla se denomina registro. La sección de disparo determina el comienzo y el final de los puntos de señal en el registro. La sección de visualización recibe estos puntos del registro, una vez almacenados en la memoria, para presentar la señal en pantalla. Dependiendo de las capacidades del osciloscopio, se pueden realizar procesos adicionales sobre los puntos muestreados, incluso se puede disponer de un predisparo para observar procesos que tengan lugar antes del disparo. Fundamentalmente, un osciloscopio digital se maneja de una forma similar a uno analógico; para poder tomar las medidas, se necesita ajustar el mando AMPL., el mando TIMEBASE, así como los mandos que intervienen en el disparo.
Para señales de lenta variación, los osciloscopios digitales pueden perfectamente recopilar más puntos de los necesarios para reconstruir posteriormente la señal en la pantalla. No obstante, para señales rápidas (la rapidez dependerá de la máxima velocidad de muestreo del aparato), el osciloscopio no puede adquirir muestras suficientes y debe recurrir a una de estas técnicas:
Existe un término general para describir un patrón que se repite en el tiempo: onda. Existen ondas de sonido, ondas oceánicas, ondas cerebrales y, por supuesto, ondas de tensión. Un osciloscopio mide estas últimas. Un ciclo es la mínima parte de la onda que se repite en el tiempo. Una forma de onda es la representación gráfica de una onda. Una forma de onda de tensión siempre se presentará con el tiempo en el eje horizontal (X) y la amplitud en el eje vertical (Y). La forma de onda nos proporciona una valiosa información sobre la señal. En cualquier momento podemos visualizar la altura que alcanza y, por lo tanto, saber si el voltaje ha cambiado en el tiempo (si observamos, por ejemplo, una línea horizontal, podremos concluir que en ese intervalo de tiempo la señal es constante). Con la pendiente de las líneas diagonales, tanto en flanco de subida como en flanco de bajada, podremos conocer la velocidad en el paso de un nivel a otro; pueden observarse también cambios repentinos de la señal (ángulos muy agudos), generalmente debidos a procesos transitorios.
Se pueden clasificar las ondas en los cuatro tipos siguientes:
Se pueden mostrar formas de onda para una gran variedad de componentes. A continuación, se describen algunos de los más comunes. La mayoría de los osciloscopios modernos solo llevan dos cables de prueba, que se pueden utilizar con una gran variedad de sondas intercambiables. El cable rojo es el positivo y normalmente es el que se conecta al terminal del módulo de control del motor. El cable negro es el negativo y normalmente está conectado a una buena masa. Si los cables se conectan por error con la polaridad errónea, normalmente la única consecuencia es que la forma de onda aparecerá invertida.
Todos los sistemas de inyección intermitente de control electrónico funcionan adaptando el tiempo de apertura de los inyectores a la cantidad de combustible suministrada en las distintas condiciones de funcionamiento del motor. La duración de los impulsos eléctricos del módulo de control del motor se mide en milisegundos (ms) y normalmente oscila entre 1 y 14. El osciloscopio de la mayoría de los comprobadores del motor se puede utilizar para mostrar el impulso del inyector, lo que permite medir su duración.
Pueden aparecer una serie de impulsos menores, que mantienen el inyector abierto tras el impulso negativo inicial, y un pico transitorio de tensión positiva al cerrarse el inyector. Por lo tanto, es posible comprobar si la unidad de control funciona correctamente mediante la observación de los cambios producidos en los tiempos de apertura del inyector durante distintas condiciones de funcionamiento del motor. La duración del impulso durante el arranque y el ralentí frío será mayor que al ralentí caliente del motor, pero irá aumentando a medida que se incremente la carga del motor. Este efecto será especialmente evidente si pisa y suelta el acelerador rápidamente varias veces seguidas.
En los sistemas de inyección electrónica modernos, los responsables de la inyección del combustible en el motor son las válvulas electroinyectoras, más conocidas como inyectores. El inyector es un solenoide que funciona como una válvula que libera o bloquea el flujo del combustible de la línea de combustible para la admisión del motor. La diferencia entre la presión del combustible y la presión en el colector (donde el inyector se encuentra) hace que el combustible sea atomizado a través de los orificios del inyector. Un inyector puede estar totalmente abierto o totalmente cerrado; por lo tanto, la cantidad de combustible inyectado es determinada por el tiempo que el inyector permanecerá abierto o cerrado en cada ciclo de rotación. Cuando el pulso de inyección es iniciado, existe un pequeño periodo de tiempo en el que la aguja del inyector todavía no se abrió mecánicamente para el paso del combustible. Este es el “tiempo muerto” o “deadtime” del inyector. Los inyectores más antiguos y los modernos de gran flujo poseen un sistema móvil interno de mayor peso; consecuentemente, necesitan de un esfuerzo eléctrico mayor para mover la aguja. Por ello, tienen menor impedancia (resistencia de la bobina interna) y necesitan de una corriente eléctrica mayor para su accionamiento. Esos son los inyectores de baja impedancia, y generalmente tienen menos de 10 Ω. Los inyectores más modernos y de menor flujo poseen una construcción más simple, lo que posibilita su accionamiento con menos energía; por ello, tienen una impedancia considerada alta, sin necesidad de control de corriente para accionarlos. Un inyector de alta impedancia (saturado) normalmente tiene entre 10 Ω y 20 Ω. Los inyectores de baja impedancia deben ser accionados por medio de un control de corriente activo, en el cual se aplica una corriente mayor, con potencia máxima, hasta que la aguja abra mecánicamente (corriente de inyector, “Peak”). Enseguida, la corriente es limitada al 25% de la corriente inicial para mantener el inyector abierto por el tiempo determinado de inyección (corriente de mantener el inyector abierto, “Hold”).
El control mencionado anteriormente es necesario por diversos motivos:
En estos sistemas, la ECU controla dos circuitos en paralelo (control 1 y 2). Un circuito tiene una resistencia en serie y el otro circuito es sencillo. Los dos circuitos responden a la orden del procesador; el inyector se abre rápidamente debido a la gran corriente. Al ser la corriente eléctrica alta al abrir el inyector, hace que la bobina del inyector sufra calentamiento. Para evitar esto, una vez abierto, la ECU cierra el circuito del primer control, haciendo únicamente activo el del segundo control, que tiene en su circuito una resistencia en serie para reducir la corriente en el inyector. Para cerrar el inyector, la ECU desconecta el control 2 y el proceso se repite en todo el ciclo de funcionamiento del motor. Como hay dos controles seguidos, con un multímetro no se puede determinar con precisión este rápido cambio en el tiempo.
En los sistemas por pulsos modulados, el circuito responde a la orden del microprocesador aplicando una fuerte corriente inicial para lograr la apertura rápida del inyector. Como la corriente eléctrica al abrir el inyector es alta, hace que la bobina del inyector sufra calentamiento. Para evitar esto, después de que ha sido abierto, la ECU desconecta el circuito para modificar la duración de la temporización de la inyección, mientras se controla la corriente del inyector mediante una secuencia de impulsos generada eléctricamente. Como existe una secuencia de impulsos, una tras otra en un breve periodo de tiempo (menor de 1 milisegundo), con el multímetro no se puede determinar con precisión este rápido cambio en el tiempo, por ello utilizamos el osciloscopio.