Portada » Geología » Clasificación y Formación de Rocas Sedimentarias: Tipos Detríticas y No Detríticas
Las rocas sedimentarias son rocas exógenas, lo que significa que se forman a partir de materiales externos obtenidos por la acción de agentes geomorfológicos sobre la superficie terrestre. Se caracterizan principalmente por su organización en estratos y la posibilidad de presentar fósiles. Su clasificación se basa en su origen, distinguiéndose dos categorías genéticas principales:
Estas rocas se forman a partir de fragmentos (clastos) de rocas preexistentes (sedimentarias, ígneas o metamórficas) que son transportados en estado sólido a una cuenca de sedimentación y depositados por procesos físicos. Durante el depósito, se produce una selección natural por tamaño de partícula. Se agrupan en tres categorías principales:
Compuestos por clastos (cantos) de tamaño superior a 2 mm. Su textura incluye los clastos, la matriz (material de grano fino que rellena los espacios entre clastos) y el cemento (sustancia que une los clastos). Cuando los sedimentos no están consolidados, se denominan gravas. Si están consolidados, se distinguen dos tipos:
Formadas por partículas con un tamaño entre 1/16 mm y 2 mm. Se denominan areniscas si presentan cemento, y arenas si no están consolidadas. Ejemplos comunes incluyen las areniscas cuarzosas o silíceas (ricas en cuarzo), las grauvacas (con matriz abundante y fragmentos de roca) y las arcosas (ricas en feldespatos).
Constituidas por partículas de tamaño inferior a 1/16 mm. Son rocas blandas (se rayan fácilmente) y plásticas (se endurecen al calentarlas). Según el tamaño de sus partículas, se clasifican en:
Estas rocas se forman por procesos químicos, bioquímicos u orgánicos, sin la intervención significativa de transporte de clastos. Se distinguen varios grupos, siendo los más destacados:
Junto con las arenitas y lutitas, representan aproximadamente el 99% de las rocas sedimentarias. Contienen calcita (CaCO₃) y dolomita (CaMg(CO₃)₂) en proporciones variables. Según la relación entre ambos componentes, se distinguen (de mayor a menor contenido de calcita): caliza, caliza magnesiana, caliza dolomítica, dolomita calcárea y dolomía. Otra clasificación las divide en tres categorías:
Se forman por precipitación química de soluciones saturadas de sales, generalmente en aguas marinas o lagos salados debido a la evaporación del agua. Los minerales más comunes en las evaporitas incluyen calcita (CaCO₃), anhidrita (CaSO₄), yeso (CaSO₄·H₂O), halita (NaCl) y silvina (KCl).
Su componente mayoritario es el sílice (SiO₂). Se distinguen dos tipos según su origen:
Incluyen los carbones y el petróleo. Son rocas formadas por la transformación de sedimentos orgánicos, cubiertos por otros sedimentos que permiten la existencia de condiciones anaerobias (sin oxígeno), a cargo de bacterias anaerobias. Presentan un alto contenido en carbono (más del 60%). Son blandas, ligeras y combustibles, con un mayor poder calorífico cuanto mayor sea su contenido de carbono e hidrógeno (hidrocarburos). Tienen un gran interés para la humanidad, ya que estas energías fósiles no renovables representan casi el 90% del consumo energético mundial actual.
Se forman por la acumulación y transformación de restos vegetales en zonas pantanosas continentales o próximas al mar. Su formación incluye dos procesos consecutivos:
Se distinguen cuatro tipos de carbones según su grado de maduración y su contenido de carbono (del cual depende su poder calorífico):
Los yacimientos de carbón más ricos se formaron durante el período Carbonífero de la era Paleozoica, a partir de los densos bosques de coníferas y helechos gigantes existentes.
Su nombre significa literalmente «aceite de piedra». Está formado por una mezcla de compuestos pertenecientes al grupo químico de los hidrocarburos. Aunque comúnmente se piense en el petróleo como un líquido, en realidad es una mezcla de hidrocarburos gaseosos (ej. metano y butano), líquidos (ej. benceno) y sólidos (ej. alquitranes y betunes).
El origen del petróleo radica en la acumulación y transformación de grandes cantidades de plancton marino muerto, depositado en el fondo de mares estrechos, cerrados y profundos. Estos depósitos quedan cubiertos rápidamente por otros sedimentos que evitan su oxidación y, a medida que se compactan y litifican, sufren una degradación a cargo de bacterias anaerobias. El resultado es una sustancia orgánica insoluble en agua que, por la alta presión y temperatura, se descompone primero en hidrocarburos pesados sólidos, de los que posteriormente se originan los materiales líquidos, y en el último estado de maduración, los gaseosos (gas natural). El color del petróleo es amarillento, debiéndose el negro a la oxidación.
La roca inicialmente impregnada de hidrocarburos recibe el nombre de roca madre del petróleo. Debido a su baja viscosidad, el petróleo tiende a ascender hacia la superficie hasta encontrarse en su camino con una roca impermeable o trampa, quedando retenido en la roca almacén subyacente, constituyendo así el yacimiento petrolífero.
Son de origen químico, destacando las lateritas y bauxitas.
También conocidas como fosforitas o fosfatos, predomina el fosfato tricálcico. Su origen se encuentra en depósitos sedimentarios de restos orgánicos (animales y vegetales). Se utilizan para elaborar abonos sintéticos. Un ejemplo es el guano, formado en costas e islas del Pacífico por acumulación de excrementos de aves marinas (gaviotas, albatros).