Portada » Magisterio » Evolución de las Perspectivas en la Teoría de la Organización
Las distintas perspectivas sobre la teoría de la organización se pueden ordenar en tres grandes grupos:
Las primeras escuelas sistematizaron la realidad organizativa para una mejor gestión. Taylor propuso un nuevo modelo de hombre gracias a su estructura del trabajo, enfocado en la diferencia entre la ejecución del trabajo y la superespecialización del mismo. Puso especial atención en el control y la coordinación del trabajo mediante jerarquías, lo que transformó la comprensión de las organizaciones.
Por su parte, Fayol añadió mayor rigurosidad y solidez teórica, aportando que la gestión es un proceso que agrupa las tareas de planificar, organizar, mandar y controlar. Gulick y Urwick, por otro lado, se centraron en las organizaciones de naturaleza pública.
El enfoque estructuralista abordó el problema de la administración eficiente, centrándose en las bases de funcionamiento de una organización burocrática. En este modelo, cada individuo posee un poder impersonal derivado de su cargo, los cuales están ordenados jerárquicamente y se asignan por mérito, priorizando la preparación especializada.
La teoría neorracionalista se centra en el estudio de la elección dentro de las organizaciones. Esta perspectiva rechaza la visión previa surgida de Taylor y considera que el proceso de toma de decisiones es más complejo. El individuo, en su vía instrumental, posee una capacidad limitada de conocimiento, cálculo y anticipación de las alternativas que se le presentan, por lo que su elección nunca será la óptima.
Otro enfoque relevante es la escuela neoestructuralista, que parte de los planteamientos de Weber y sigue tres líneas básicas:
La teoría de las contingencias adopta los mismos enunciados que la teoría general de sistemas. Gira en torno a la explicación de las características internas de las organizaciones en función de la situación del entorno. La organización puede entenderse como un sistema que se subdivide en otros subsistemas, los cuales generan entre sí una compleja red de relaciones de interdependencia. Se diferencian los siguientes subsistemas:
Todos ellos forman parte de un sistema mayor.
De la relación entre el entorno y el diseño interno de la organización surge una categorización dual:
Aunque muchos de los enfoques anteriores, como el fordismo, mantienen cierta presencia en la actualidad, las corrientes más importantes surgen en contraposición o como apoyo a modelos ya mencionados. Entre los enfoques contemporáneos más destacados se encuentran:
Tiene como punto esencial de interés el desarrollo de las organizaciones a través del tiempo, estudiando su evolución.
Se basa en la idea de que cualquier organización está ubicada en un entorno con el que interactúa constantemente, el cual suele estar compuesto por otras organizaciones.
Se fundamentan en el estudio de las transacciones y de los costes que estas implican, adoptando como principio rector las relaciones de intercambio y la minimización de los costes de transacción.
Se observa una triple concepción de la cultura en la literatura organizativa:
Este modelo rechaza la idea unitaria de racionalidad y afirma que en las organizaciones convergen una pluralidad de racionalidades administrativas, generadas por diferentes ambientes.
Derivado del modelo neoestructuralista, este enfoque destaca la gran pluralidad de actores con capacidad para ejercer influencia sobre los procesos decisionales.
El cambio se entiende como una respuesta a los impulsos del entorno, a los patrones culturales y a las relaciones con otras organizaciones.