Portada » Historia » Bolivia: La Revolución de 1952 y el Legado del MNR en los Movimientos Sociales
No podemos hablar de movimientos sociales en Bolivia sin tener como referentes los partidos políticos que estuvieron en el poder. Comenzaremos por el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), uno de los hechos que marcaron la transformación del pensamiento social y político de Bolivia.
En 1951, Víctor Paz Estenssoro, líder del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), un partido político de izquierda, ganó las elecciones presidenciales. Este partido no era del agrado de las grandes empresas mineras del estaño, del capital extranjero ni de la embajada de Estados Unidos. Ante esa situación, el saliente presidente, Mamerto Urriolagoitía, diez días después, realizó un «autogolpe» de Estado, anuló las elecciones y entregó el poder a una Junta Militar encabezada por el general Hugo Ballivián Rojas.
En 1952, entonces, se produjo la «revolución» de Víctor Paz Estenssoro, donde los obreros organizados apoyaron al MNR, derrocando la dictadura de Ballivián. Víctor Paz Estenssoro asumió la presidencia con apoyo del pueblo en una verdadera «revolución» popular, utilizando fusiles, derramando sangre y dejando como saldo varios heridos y muertos. La participación de los mineros fue fundamental en esta «revolución» y, por la forma como se dio, es considerada en Latinoamérica como una de las más importantes después de la mexicana (1910).
Toda la población indígena de Bolivia estuvo marginada de la vida económica y política del país hasta que se produjo la revolución nacional del MNR. Desde esta década comenzaron los grandes cambios en Bolivia:
Pese a todas las reformas institucionales durante el periodo del MNR, se presentó un proceso hiperinflacionario en la economía nacional que llevó a la moneda boliviana a devaluarse en un 900 por ciento los primeros años de Gobierno. Los intentos de conspiración provenientes de diferentes grupos descontentos con el gobierno, como la Falange Socialista Boliviana y sectores dentro del propio MNR, condujeron a la adopción de medidas represivas sin precedentes. Se abrieron campos de concentración en las minas y el altiplano, donde se vejó y torturó a centenares de presos.
Demasiados años de gobierno del MNR, altos niveles de corrupción y un cierto distanciamiento con obreros y mineros, terminaron con el mandato de Víctor Paz Estenssoro.
Durante el mandato del MNR se crearon las siguientes organizaciones:
La Central Obrera Boliviana (COB) es un sindicato que aglutinaba a miles de trabajadores de todo Bolivia y que se constituía en una gran fuerza para demandas salariales y reivindicaciones laborales en el país. La COB nació en medio de la «revolución» de 1952, después de que los mineros —vanguardia del movimiento popular—, junto a los fabriles, gráficos, periodistas, clase media empobrecida y otros sectores sociales, participaron en la junta de la «revolución». Hasta el día de hoy, el secretario ejecutivo de la COB, según el estatuto, tiene que ser siempre un minero.
El fortalecimiento obrero permitió organizar la COB, constituyéndola en el centro de las luchas sociales y sindicales de los trabajadores bolivianos y un referente ideológico y de autoorganización de las clases subalternas en Bolivia. Pero después de algunos años, con la llegada del neoliberalismo y la aplicación de un nuevo modelo de política económica, el país comenzó a encuadrarse dentro de los preceptos de la economía de libre mercado y la competencia, otorgándosele un rol protagónico a la iniciativa privada en el desarrollo nacional. Este modelo desató la crisis en la minería que no pudo resistir la competencia del sector privado y los bajos precios, lo que ocasionó el cierre de muchas fuentes de trabajo y el despido masivo de los mineros.
Entre los miles de desocupados, se formaron las cooperativas, que eran pequeñas o medianas empresas que brindaban servicios mineros. Esto dobló y triplicó el número de mineros asalariados, debilitando al movimiento obrero que se sintió traicionado en sus aspiraciones socialistas.
En la actualidad, el nivel de convocatoria de la COB ha perdido fuerza en movilizaciones debido a las constantes políticas de desindicalización y reestructuración productiva llevadas por las reformas liberales. Sin embargo, los movimientos sociales no se detuvieron, sino que igualmente surgieron nuevas formas organizativas y de movilización. Si bien la COB perdió fuerza, se creó la Central Obrera Regional de El Alto (COR-El Alto), que agrupa a los sectores gremiales, comerciantes y a todos los trabajadores sindicalizados.
En la década de los 50 —aún bajo el mandato del MNR—, ante la desaparición de los gobiernos municipales, nacieron los Comités Cívicos (CC) en cada departamento. Los CC son una organización civil que representa a la ciudadanía para dar a conocer a las autoridades y al gobierno sus demandas. A diferencia de las juntas vecinales, los CC están conformados por ciudadanos que no son elegidos a nivel de bases. La elección del presidente de un Comité Cívico es interna y no participa la ciudadanía en general.
En la actualidad, el Comité Cívico Pro Santa Cruz (de Santa Cruz, ciudad amazónica fronteriza con Brasil, cálida y ubicada a 400 metros sobre el nivel del mar) es el comité cívico más importante de Bolivia. Desde los últimos diez años han adoptado la posición de proponer soluciones regionales, dada la carencia de liderazgo de los prefectos y otras autoridades.
El 15 de diciembre de 2006, el Comité Cívico Pro Santa Cruz dio a conocer su poder de convocatoria al país llamando a un cabildo (reunión con el pueblo y las bases para resolver demandas y definir medidas de acción), donde se calcula que participaron cerca de un millón de personas. Ese mismo día, otros cabildos también se realizaron en los departamentos amazónicos de Tarija, Beni y Pando, que junto a Santa Cruz forman un bloque llamado «Media Luna» en búsqueda de la creación de Gobiernos Regionales Autonómicos.
Los CC tienen una alianza implícita con sectores empresariales y exportadores de Santa Cruz, que representan grandes intereses económicos de derecha. Un sector de los CC es la Unión Juvenil Cruceñista, cuyos miembros están organizados como fuerza de choque y son acusados de acciones muy violentas y racismo.
En la década de los 50, en medio del período del MNR, espontáneamente y por intereses netamente barriales, los vecinos de diferentes sectores comenzaron a organizarse, dando origen a las Federaciones de Juntas de Vecinos (Fejuve) en La Paz.
Esta federación de vecinos no fue suficiente para congregar a todos los barrios, ya que el crecimiento de La Paz había convergido en una ciudad anexa: El Alto. El Alto es una ciudad ubicada a treinta minutos de La Paz, situada a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar en el altiplano. Posee el rango de ciudad desde hace 22 años, pero comenzó a poblarse hace más de 60, cuando pobladores de diferentes zonas del país migraban a las ciudades escapando de sequías, cierres de minas, falta de oportunidades, etc. El Alto es ahora una ciudad con más de 800 mil habitantes, donde más del 80 por ciento son indígenas y de idioma aymara.
Así, en 1957 se creó la Fejuve-El Alto, hoy la federación de vecinos con mayor prestigio y fuerza en Bolivia. La exclusión y la discriminación, por un lado, y la falta de consenso en los métodos, por el otro, obligaron a las juntas vecinales alteñas y de La Paz a desligarse, convirtiéndose en dos organizaciones paralelas.
En la actualidad, la Fejuve El Alto es una de las organizaciones que juega un rol primordial en las movilizaciones que determinan los acontecimientos políticos en Bolivia.