Portada » Biología » Sostenibilidad Ambiental y Desafíos Globales: Impacto Humano y Evolución Biológica
La sostenibilidad describe cómo se mantienen los sistemas biológicos con el transcurso del tiempo; es decir, se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Dicha relación, la del ser humano con el medio ambiente, es interactiva: por un lado, el entorno es modificado permanentemente por la acción humana y, por otro, las condiciones de vida y las relaciones entre los seres humanos también se ven afectadas por el medio.
Debemos tener en cuenta que hay tres sistemas que se relacionan entre sí para favorecer la sostenibilidad: el ecológico, el económico y el social. Es decir, la sostenibilidad se dará o se promoverá de una forma adecuada en una sociedad concienciada con el medio ambiente y la ecología, gracias, por ejemplo, a la educación recibida en las escuelas, y que cuente con recursos económicos suficientes para llevar a cabo los procesos vitales tratando de ser lo más respetuosos posible con el medio.
La contaminación es la presencia en el ambiente de cualquier agente químico, físico o biológico nocivo para la salud o el bienestar de la población, la vida animal o vegetal. Existen diversos tipos:
Descarga en la atmósfera de gases, vapores y partículas extrañas o de una elevación excesiva de alguno de los componentes normales. Las principales fuentes de polución atmosférica son:
El agua de ríos y lagos se contamina mediante diversos tipos de materiales como residuos orgánicos, metales pesados y productos sintéticos.
Se encuentran mejor protegidas que las superficiales, pero una vez contaminadas se hace muy difícil su descontaminación. Las fuentes principales de contaminación son: agrícolas, por el uso de fertilizantes; residuos industriales; y la sobreexplotación del acuífero.
Es la introducción de sustancias o energía que pueden producir efectos perjudiciales en el mar, como daños a los recursos vivos, peligros para la salud, entre otros. Entre las causas principales se incluyen: vertidos industriales y vertidos de residuos desde buques.
Se refiere a todos los materiales de desecho que se generan desde los sectores primarios hasta la eliminación de los productos inutilizados por el uso o el consumo. Inicialmente, el problema se resolvió arrojando los residuos a las afueras de las ciudades. Posteriormente, se comenzó su tratamiento y aprovechamiento mediante la recogida selectiva, el rescate de materiales para reutilizarlos, etc.
Dicha contaminación tiene diversos efectos; el principal es el efecto de máscara, que imposibilita la audición de sonidos de menor intensidad, una posible pérdida auditiva y/o la fatiga auditiva. Entre otros efectos se encuentran: el padecimiento de vértigos y náuseas, problemas en el sistema sanguíneo y en el sistema respiratorio. En cuanto a los efectos psicológicos, uno de los más importantes es la perturbación del sueño; otro son los disturbios psiquiátricos y psicosomáticos asociados a un ruido excesivo. También se incluiría aquí la irritabilidad y la violencia a la que puede conducir el ruido.
Las causas de este tipo de contaminación son:
El deterioro de los suelos se observa en la reducción de las cantidades de humus y de elementos como el nitrógeno, fósforo y potasio.
Desde la Revolución Industrial, el amontonamiento de casas de vecindad, fábricas, oficinas y otros, se ha vuelto común en nuestras sociedades, especialmente en las grandes urbes. A este fenómeno lo denominamos hacinamiento. El hacinamiento produce efectos negativos de tipo biológico y sociocultural.
Dado que en la planificación mercantilista de la ciudad las necesidades personales del adulto son satisfechas de manera deficiente, si nos centramos en la situación de los niños y niñas respecto a la planificación de la vivienda y la ciudad, sus necesidades son aún menos consideradas. Para que el niño logre una buena integración y un buen conocimiento del medio externo, debe disponer de áreas de juego, tanto dentro como fuera de la vivienda, donde pueda percibir estímulos variados, manipular y explorar el entorno, de modo que todas sus potencialidades físicas y psíquicas se desarrollen. Así, la criatura que explora y manipula se interesa por el ambiente porque consigue interacciones satisfactorias de este, mientras que una criatura en condiciones de falta de espacio o hacinamiento verá limitado su desarrollo anímico. Cuanto menor sea la libertad y menos incitaciones al contacto se ofrezcan para satisfacer la curiosidad del niño, menor será la posibilidad de que desarrolle todas sus facultades psíquicas.
Utilizar el transporte público, reducir el uso de los gases clorofluorocarbonados (CFC), promover el reciclaje, reutilizar productos de varios usos (como botellas de vidrio), reducir el uso de productos más contaminantes (como el plástico), etc.
Pasear por la vía pública sin hacer ruido excesivo o innecesario, evitar el uso de vehículos a motor, evitar las actividades ruidosas de noche y respetar el horario de descanso, evitar escuchar música o ver la televisión con el volumen muy alto, evitar el uso de fuegos artificiales, etc.
Debemos tener en cuenta que aunque a pequeña escala (como ver la televisión con el volumen muy alto) no parece un tipo de contaminación muy problemático, la contaminación acústica puede afectar de forma directa a nuestra salud tanto mental como física.
Utilizar menos químicos para la limpieza del hogar, reciclar de forma correcta y desechar correctamente los residuos (no por el inodoro o el desagüe), ahorrar agua (por ejemplo, al ducharse), evitar el uso de objetos de plástico, etc.
Reducir la contaminación del agua contribuye a reducir la del suelo, pero además de lo comentado en el apartado anterior podemos: utilizar plaguicidas orgánicos, reducir los desechos urbanos, apostar por métodos tradicionales de agricultura, etc.
Charles Robert Darwin (1809-1882) fue un naturalista británico que, a partir de las observaciones que realizó en sus viajes, en concreto en las Islas Galápagos (observando los pinzones), desarrolló las ideas que plasmaría en su libro «El origen de las especies» (1859). Estas ideas se oponían al catastrofismo predominante hasta la fecha y abandonaban la concepción de inmutabilidad que se tenía de las especies.
La teoría de Darwin se basaba en cuatro observaciones:
Por último, destacó dos tipos de selección: la direccional y la desorganizadora.
En conclusión, toda forma de vida se ha desarrollado a través de un lento proceso de selección natural, lo que implica un incremento de los genes favorables y una disminución de los desfavorables en la población.
También conocida como Teoría Sintética de la Evolución o Neodarwinismo. Ya en el siglo XIX se asumía de forma universal que la herencia era un proceso combinado y que de padres a hijos se producían cambios significativos. Sin embargo, Darwin no pudo explicar esto científicamente. Gracias a las leyes genéticas de Mendel se amplía la teoría de Darwin y sus máximos representantes son J.B.S. Haldane y G.G. Simpson.
El Neodarwinismo defiende que los cambios graduales, que surgen por procesos de mutación (errores en la replicación del ADN) y recombinación (mezcla de cromosomas homólogos en la meiosis), son los causantes de las diferencias, y que la selección natural es el mecanismo principal del cambio evolutivo.