Portada » Economía » Optimización de Inventarios: Conceptos Clave y Estrategias de Gestión de Stocks
Los stocks, existencias o mercancías son el conjunto de productos que una empresa tiene almacenados hasta su utilización o venta posterior. La composición del stock varía según el tipo de empresa:
Existen diferentes clasificaciones de stock según su naturaleza o ubicación:
Es fundamental distinguir entre stock y surtido:
Actualmente, existen dos sectores principales: uno representado por empresas que compiten por la especialización, mientras que otras empresas venden una amplia variedad de marcas y productos.
El aprovisionamiento es el conjunto de operaciones que realiza la empresa para abastecerse de los productos necesarios para llevar a cabo sus actividades de fabricación o comercialización. Comprende la planificación y gestión de las compras, el almacenaje de los productos y la aplicación de técnicas para mantener las existencias mínimas de cada material.
La planificación del aprovisionamiento se realiza teniendo en cuenta las funciones clave del stock almacenado:
Una buena gestión de aprovisionamiento permite que la empresa disponga de los productos necesarios, en cantidades adecuadas y en el momento oportuno, consiguiendo todo ello al menor coste posible.
Los objetivos que persigue la empresa al planificar el aprovisionamiento son:
Además de las clasificaciones iniciales, existen otros tipos de stock importantes en la gestión empresarial:
La gestión de existencias tiene como objetivo resolver las siguientes preguntas fundamentales:
Las técnicas de gestión del stock se aplican para conocer el volumen de salidas o las ventas de cada artículo durante un período de tiempo programado (día, semana, campaña, etc.) y solicitar al proveedor los productos necesarios para no tener tanto capital inmovilizado en el almacén. Sin embargo, en la práctica, esto no es tan sencillo; a la hora de calcular el stock necesario se plantean varios problemas, como son:
Para una gestión eficiente, es crucial establecer un inventario suficiente y minimizar la inversión en stock, así como conocer el volumen óptimo de pedido y el punto de pedido, para guardar un equilibrio entre un nivel de existencias mínimo y las necesidades de la empresa.
Las variables que pueden afectar las decisiones de gestión de stock de una empresa son:
La rotura de stock en la empresa industrial puede suponer paralizar el proceso productivo y, además, soportar los costes fijos hasta que llega el reaprovisionamiento de dichos materiales. Cuando la empresa consigue reducir los plazos de entrega, disminuye el stock que necesita almacenar y con ello se mejora la rentabilidad de la inversión y la rotación del stock; por eso es muy importante que la empresa colabore con sus proveedores. Un ejemplo claro de colaboración es el que realizan los supermercados.
Para la empresa es muy importante mantener un nivel de stock que guarde equilibrio con el ritmo de producción o las ventas de cada producto. Un stock excesivo supone un coste añadido que puede resultar caro (dinero invertido en mercancías; costes de espacio, mantenimiento y manipulación), y un stock insuficiente también es costoso, ya que las consecuencias son: perder ventas, insatisfacción de los clientes y, en ocasiones, la pérdida de estos. Para mantener un stock equilibrado se deben conseguir los siguientes objetivos:
El stock total se interpreta como las existencias máximas que se deben tener de un artículo y, generalmente, está formado por:
Las existencias de un almacén oscilan entre un nivel máximo y un nivel mínimo. El ciclo del stock, cuando el consumo y el aprovisionamiento se mantienen constantes, se refleja como los dientes de una sierra y los niveles máximo y mínimo siempre alcanzan el mismo valor.
La rotación del stock (Rn) es el número de veces que durante un período de tiempo (año, trimestre, mes, etc.) se renuevan las existencias y se recupera la inversión del capital invertido.
El producto acabado pasa al almacén de productos terminados y su valor se determina sumando los costes de todos los factores incorporados. Cuando se venden los productos fabricados, disminuyen las existencias de este almacén, pero se incrementa el crédito de clientes.
El Período Medio de Maduración (PMM) es el tiempo que transcurre, por término medio, desde que se realiza la inversión monetaria en materias primas y otros gastos de transformación hasta su recuperación mediante el cobro de los productos fabricados y vendidos a clientes.
El PMM económico de la empresa industrial se divide en cuatro subperíodos:
La fórmula para el PMM industrial es:
PMM = PMa + PMf + PMV + PMC
Analizando el período medio de maduración (PMa + PMf + PMV + PMC), podemos observar que: manteniendo constantes las ventas y acortando el período de almacenaje, fabricación o ventas, se reducen el capital inmovilizado en materias primas, o los stocks de productos en curso o terminados.
Para la empresa comercial, el PMM se enfoca en:
El análisis del PMM de la empresa comercial también nos permite conocer cuánto tiempo permanecen almacenados los productos y el tiempo que tarda la empresa en cobrar las ventas realizadas. Cuanto mayor sea la rotación de las existencias, menos tiempo estará inmovilizado el capital invertido en las mismas y la rentabilidad del almacén será mayor.