Portada » Biología » Estrategias Sostenibles para la Gestión de Residuos: Métodos y Aplicaciones
La incineración es un método de gestión de residuos que implica la combustión de la basura a altas temperaturas. La incineración y otros sistemas de tratamiento a altas temperaturas se describen como tratamiento térmico. Así, la incineración de materiales de desecho convierte la basura en calor, emisiones gaseosas y ceniza residual sólida. Otros tipos de tratamiento térmico incluyen la pirólisis y la gasificación. La incineración se aplica ampliamente en países como Japón, donde la tierra es un recurso escaso. Suecia ha sido un líder en la utilización de energía generada por incineración desde 1985. Dinamarca también hace un uso extensivo de la incineración, produciendo calor y electricidad que se utiliza para calefacción urbana.
La pirólisis y la gasificación son formas de tratamiento térmico en las que los residuos se calientan a altas temperaturas con una cantidad limitada de oxígeno. El proceso se lleva a cabo en un contenedor sellado a alta presión. Convertir el material en energía es más eficiente que la incineración directa, ya que se genera energía recuperable y utilizable, superando la eficiencia de la combustión simple.
La pirólisis de los residuos sólidos convierte el material en productos sólidos, líquidos y gaseosos. El aceite líquido y el gas pueden ser quemados para producir energía o transformados en otros productos. El residuo sólido puede ser transformado en otros productos como el carbón activado.
La gasificación es usada para convertir materiales orgánicos directamente en un gas sintético formado por monóxido de carbono e hidrógeno. El gas se puede quemar directamente para producir vapor o en un motor térmico para producir electricidad. La gasificación se emplea en centrales eléctricas de biomasa para producir energía renovable y calor.
La Tecnología Residuo Cero consiste en la construcción, puesta en marcha y gerenciamiento o auditoría de una Planta Procesadora para la disposición final de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Los residuos sólidos urbanos son utilizados como insumos de un proceso productivo, en este caso, materiales para la construcción, pavimentación, obras de infraestructura, etc.
En dicha planta, los RSU se preseleccionan según su composición. Por un lado, se apartan para su reciclado metales, aluminio, vidrios, papel, cartón, plásticos; por otro lado, aquellos RSU susceptibles de ser transformados en materiales de construcción (orgánicos, escombros, maderas, gomas, etc.) mediante el método de solidificación y estabilización de residuos.
El método de solidificación y estabilización de residuos se logra aplicando el sistema denominado microencapsulado. Este último consiste en mezclar, amasar, moldear y conformar los RSU no reciclables con un aglomerante que actúa como confinador a través de un proceso adecuado. Al producto así obtenido se le denomina «Compound». El mismo tiene igual o mejores características que sus similares para la obtención de «materiales de construcción» y un costo sensiblemente menor.
Los materiales de desecho que son orgánicos en su naturaleza, como las plantas, restos de alimentos y productos derivados del papel, están siendo cada vez más reciclados. Estos materiales son puestos en un compost y/o sistema de digestión para controlar el proceso biológico de descomposición de la materia orgánica y matar los patógenos. El material orgánico resultante es entonces reciclado como acolchado o compost para agricultura.
Existe una gran variedad de métodos y tecnologías de compostaje y digestión, variando desde el simple compost de plantas trituradas hasta la digestión automatizada en un recipiente con basura variada. Estos métodos de descomposición biológica se distinguen como aerobios en métodos de compost o anaerobios en métodos de digestión, aunque existen híbridos que usan ambos métodos.
De la digestión anaerobia, el compost no es el único producto; los principales son el dióxido de carbono y el metano, gases que hoy terminan en la atmósfera y que, como es sabido, son productores del efecto invernadero y afectan a la capa de ozono.
La Unión Europea regula la utilización de los lodos de depuradora en agricultura con el fin de evitar los efectos nocivos en los suelos, la vegetación, los animales y el ser humano. En particular, fija límites de concentraciones de determinadas sustancias en los lodos, prohíbe el uso de los mismos en algunos casos y regula su tratamiento. Los lodos de depuradora tienen propiedades agronómicas útiles en el ámbito de la agricultura. La utilización de los lodos de depuradora debe tener en cuenta las necesidades en nutrientes de las plantas, pero no debe perjudicar la calidad de los suelos y de la producción agrícola. En efecto, determinados metales pesados en los lodos pueden ser tóxicos para las plantas y para el ser humano. La Directiva define los siguientes términos: lodos, lodos tratados, agricultura y utilización.
Los Estados miembros deben prohibir la utilización de los lodos cuando la concentración de uno o varios metales pesados en los suelos supere los valores límite que fijen conforme al Anexo I A.
Se prohíbe el uso de lodos:
Los Estados miembros deben establecer cada cuatro años, y por primera vez cinco años después de la notificación de la presente Directiva, un informe de síntesis sobre la utilización de los lodos en la agricultura, precisando las cantidades de lodos utilizados, los criterios seguidos y las dificultades encontradas. Lo tramitarán a la Comisión, que publicará la información contenida en dicho informe.