Portada » Biología » Aparato Respiratorio: Anatomía, Funciones y Síntomas Clave
Las vías aéreas del aparato respiratorio son el conjunto de estructuras anatómicas por las que el aire transita desde el exterior hacia los pulmones y, una vez en ellos, hacia los alvéolos pulmonares donde ocurre el intercambio gaseoso. Estas vías aéreas se dividen en dos grandes secciones: las vías aéreas superiores y las vías aéreas inferiores, cada una con características y funciones específicas. Están formadas por una serie de capas de tejido organizadas de manera específica, que permiten la conducción del aire y protegen el sistema respiratorio de partículas y microorganismos.
El sistema respiratorio está compuesto por diversas capas de tejido que facilitan la conducción del aire y la protección. A continuación, se detallan sus principales componentes:
La mucosa es la capa más interna de las vías respiratorias y tiene tres componentes principales:
La submucosa es una capa de tejido conectivo más denso que se encuentra entre la mucosa y la capa de cartílago en las vías de mayor calibre (tráquea y bronquios). Sus principales componentes son:
En las vías aéreas de mayor calibre, como la tráquea y los bronquios principales, se encuentran placas de cartílago hialino. Su función principal es mantener abiertas las vías respiratorias, evitando su colapso durante la respiración. A medida que el diámetro de las vías aéreas disminuye, las placas de cartílago se vuelven menos prominentes, hasta desaparecer por completo en los bronquiolos, permitiendo una mayor flexibilidad en las vías aéreas de menor calibre.
La adventicia es la capa más externa de las vías respiratorias y está formada por tejido conectivo laxo. En la tráquea y los bronquios principales, conecta las vías respiratorias con las estructuras circundantes del mediastino. La adventicia contiene vasos sanguíneos y nervios que irrigan y controlan las vías respiratorias.
Las vías respiratorias superiores incluyen las estructuras iniciales por donde pasa el aire:
La función principal de las vías respiratorias inferiores es la conducción del aire hacia los pulmones, además de participar en el proceso de intercambio gaseoso:
El aparato respiratorio cumple varias funciones esenciales para el organismo, entre las cuales destacan:
A su vez, el proceso respiratorio puede dividirse en cuatro fases:
El aparato respiratorio puede manifestar diversas alteraciones a través de síntomas y signos específicos:
La disnea es un síntoma subjetivo que manifiesta sensación de falta de aire. La respiración es un proceso involuntario que realizamos de manera inconsciente, pero que podemos transformar de manera voluntaria en una actividad consciente. En una disnea, el paciente es consciente de su acción de respirar y cuando aparece puede deberse a múltiples causas patológicas, ejercicio físico o estrés/ansiedad. Cuando la disnea aparece al estar tumbado se llama ortopnea e indica un problema cardíaco.
La frecuencia respiratoria fisiológica de una persona adulta, también conocida como eupnea, es de 10 a 20 respiraciones por minuto (rpm) y se repite de forma cíclica. Esta es mayor en niños/as, lactantes y recién nacidos (30-80 rpm). Las alteraciones que se pueden producir en personas adultas son:
La tos es un mecanismo fisiológico y protector del cuerpo diseñado para mantener las vías aéreas respiratorias libres de secreciones, cuerpos extraños e irritantes. Consta de 4 fases: irritación, inspiratoria, compresiva y expulsiva. Puede ser seca, productiva (con expulsión de moco o flema) o paroxística (asociada a la tos ferina). Según su causa, puede ser de origen infeccioso o no infeccioso.
Fenómeno fisiopatológico que consiste en la expulsión de secreciones, moco u otras sustancias acumuladas en las vías respiratorias bajas (bronquios, tráquea, pulmones) hacia el exterior a través de la boca. Este proceso es clave en la defensa y limpieza de las vías respiratorias y puede presentarse tanto en condiciones normales como en el contexto de enfermedades respiratorias.
Es un ruido respiratorio agudo, de tono alto, que se produce debido a la obstrucción parcial del flujo de aire en las vías respiratorias superiores. Este fenómeno señala un compromiso potencialmente grave en la vía aérea.
La hipoxia es un estado fisiopatológico caracterizado por una disminución en el suministro de oxígeno (O₂) a los tejidos, que puede afectar la función celular y llevar a daño o muerte celular si no se corrige. Puede deberse a una disminución en la presión parcial de oxígeno en sangre arterial; a que, habiendo suficiente oxígeno en la sangre, la capacidad de transporte de oxígeno por la hemoglobina está reducida; a que el suministro de oxígeno está comprometido debido a un flujo sanguíneo inadecuado; o a que los tejidos son incapaces de utilizar el oxígeno, aunque este esté presente en cantidades normales por situación de toxicidad.
La hipercapnia se define como un aumento anormal de dióxido de carbono (CO₂) en la sangre arterial, usualmente por encima de los niveles normales de 35-45 mmHg (PaCO₂). Este fenómeno está estrechamente relacionado con trastornos en la ventilación pulmonar, el intercambio gaseoso o la regulación del CO₂ en el organismo.
La cianosis es la coloración azulada o violácea de la piel, las membranas mucosas y los lechos ungueales, causada por una concentración anormalmente alta de hemoglobina desoxigenada (>5 g/dL) en la sangre capilar o por la presencia de hemoglobinas anómalas. Este fenómeno indica un desequilibrio en la oxigenación tisular y puede ser un signo clínico de diversas patologías.