Portada » Psicología y Sociología » Retos Comunes en el Comportamiento Infantil: Estrategias para Padres
La salud mental en la infancia se manifiesta a través de un adecuado desarrollo psicológico, emocional e intelectual. Los niños con buena salud mental:
Los celos y la regresión de conducta son una vivencia de pérdida de la afectividad y atención recibida, a menudo desencadenada por eventos como la llegada de un nuevo hermano, una segunda pareja de los padres, la presencia de un abuelo o una enfermedad familiar.
Cuando un nuevo hermano llega, el niño puede sentirse como un «príncipe destronado» y buscar recuperar la atención comportándose como el menor.
El niño busca llamar la atención para recuperar su identidad y el lugar que siente haber perdido.
Las rabietas son comportamientos coléricos, como llorar, gritar, tirarse al suelo o patalear, que manifiestan la frustración del niño. Son comunes entre 1 y 3 años y suelen desaparecer entre los 4 y 5 años. Representan un conflicto entre sus deseos y las limitaciones impuestas.
El malestar (hambre, sueño, cansancio) facilita su aparición. A menudo, los padres ceden por miedo a crear traumas, por no querer complicarse la vida o porque son hijos muy deseados.
El uso de palabrotas puede ser parte de una etapa evolutiva o una rutina de expresión. Las causas comunes incluyen:
La retirada del chupete se recomienda alrededor de los 2 años. Estrategias para facilitar este proceso incluyen:
La vivencia de la muerte es un proceso delicado. Es importante buscar el momento adecuado para hablar, pero sin alargar la conversación innecesariamente.
El comportamiento agresivo causa dolor y tiene como objetivo dañar a algo o alguien. Entre los 18 meses y los 2 años, la frustración puede manifestarse en agresión física como morder, empujar y pegar.
La agresión verbal incluye insultos y burlas.
Son conductas de oposición y autoafirmación para manifestar frustración. El niño aprende por las consecuencias de sus actos (ej. patadas). Quieren conseguir algo, pero no tienen intención de dañar. Aparece entre los 2-3 años y disminuye hasta los 5 años.
Se utiliza la agresividad para resolver un conflicto, lo que conlleva costes personales. Suele manifestarse entre los 5 y 9 años.
Este es un problema clínico que requiere tratamiento profesional. Se manifiesta a partir de los 10 años y durante la adolescencia.