Portada » Historia » Historia de la Primera Guerra Mundial: Orígenes y Desarrollo
Existían rivalidades entre Francia y Alemania por Alsacia y Lorena, entre Reino Unido y Alemania por la competencia naval, entre Francia y Alemania como consecuencia de los conflictos coloniales en Marruecos, y entre Austria-Hungría y Rusia, y entre Serbia y Bulgaria en los Balcanes.
Entre 1870 y 1890, Bismarck forjó una serie de alianzas internacionales con el propósito de consolidar la hegemonía alemana y aislar a Francia, ante un posible revanchismo por la pérdida de Alsacia y Lorena. Se conformó la Liga de los Tres Emperadores integrada por Austria, Rusia y Alemania. Alemania y Austria formaron la Doble Alianza y finalmente Alemania, Austria-Hungría e Italia pactaron ayuda militar en la Triple Alianza, activa hasta 1914. En 1890, la dimisión de Bismarck y la llegada del nuevo káiser, Guillermo II, comportaron una agresiva política de rearme naval y de apoyo al Imperio Otomano frente a las pretensiones rusas. Estos movimientos empujaron a Francia y Rusia a la firma del Acuerdo Franco-Ruso de 1892, en el que se acordaba la ayuda mutua en caso de agresión de la Triple Alianza. El fortalecimiento naval de Alemania provocó el acercamiento entre Francia y Reino Unido, y se conformó una Entente Cordial. Rusia se sumó y surgió la Triple Entente. Todas estas iniciativas se complementaron con inversión en armamentos, servicios militares obligatorios e intensificación de la propaganda nacionalista. Fue el periodo conocido como Paz Armada.
Se desarrollaron diversas crisis entre Francia y Alemania.
Ante las presiones francesas de crear un protectorado en Marruecos, el káiser desembarcó en Tánger y ofreció su apoyo al sultán. En la Conferencia de Algeciras se estableció un protectorado compartido entre Francia y España.
Alemania aprovechó una insurrección en el sur de Marruecos para enviar una cañonera a Agadir con el pretexto de proteger a los súbditos alemanes de la zona. Finalmente obtuvo la ampliación de sus territorios en Camerún a cambio de su salida de Marruecos.
En los Balcanes se enfrentaron los intereses, por una parte, de los grandes imperios (Austria-Hungría y Rusia) y, por otra, de Serbia y Bulgaria, que pretendían unificar a los pueblos eslavos del Sur. Los múltiples intereses de alianzas desembocaron en 3 crisis consecutivas en pocos años:
Austria-Hungría anexionó Bosnia-Herzegovina, lo cual provocó el malestar de Rusia.
Con el apoyo ruso, Serbia, Bulgaria, Grecia y Montenegro crearon la Liga Balcánica y se enfrentaron al Imperio Turco. Los turcos abandonaron sus posiciones europeas, salvo Constantinopla, y reconocieron la independencia de Albania.
Serbia, apoyada por Grecia, Montenegro y Rumanía, derrotó a Bulgaria.
El 28 de julio de 1914, Austria declaró la guerra a Serbia. Rusia apoyó a Serbia y declaró la guerra a Austria. Alemania, aliada de Austria, declaró la guerra a Rusia y a Francia. El Reino Unido declaró la guerra a Alemania por su invasión de la neutral Bélgica.
Alemania había diseñado el Plan Schlieffen, que preveía la invasión de Francia en 6 semanas a través de Bélgica y Luxemburgo. A pesar de la resistencia belga, las tropas alemanas penetraron en territorio galo hasta las proximidades de París, pero fueron contenidas por las tropas francesas en la Batalla del Marne. En el frente oriental, la ofensiva rusa fue neutralizada por las tropas alemanas en las Batallas de Tannenberg y de los Lagos Masurianos. En el frente occidental, se construyeron miles de kilómetros de trincheras con el propósito de controlar objetivos estratégicos.
En 1915, las tropas anglofrancesas desembarcaron en la península de Galípoli con el propósito de establecer comunicaciones con Rusia, pero fracasaron ante la resistencia turca. En el verano de 1915, la ofensiva austroalemana recuperó frente a los rusos los territorios de Galitzia y ocupó Lituania y parte de la Polonia Rusa. En 1916, los alemanes lanzaron en febrero una ofensiva sobre Verdún, pero tras medio año de resistencia francesa, bajo el mando del general Pétain, los alemanes abandonaron debido al alto número de bajas. Los aliados, por su parte, atacaron en julio en el Somme. Las marinas británica y francesa establecieron un bloqueo comercial para estrangular los abastecimientos hacia Alemania. Esta emprendió una campaña de ataques submarinos, destacando el hundimiento del Lusitania. El único gran combate naval fue la Batalla de Jutlandia, que enfrentó a la Marina Imperial Alemana y a la Marina Real Británica.
Estados Unidos, que mantenía una postura neutral, sufrió un gran impacto tras el hundimiento del Lusitania, en el que fallecieron 118 ciudadanos americanos. Su entrada a la guerra se produjo tras la publicación en la prensa americana de un telegrama del secretario de Estado alemán. Rusia se reunió con una delegación alemana para negociar la paz. El Tratado de Brest-Litovsk supuso la neutralización del frente oriental para Alemania.
En el frente balcánico, los aliados derrotaron a Turquía, Bulgaria y Austria. En el frente occidental, Alemania emprendió varias ofensivas con la esperanza de resolver el conflicto antes de la incorporación efectiva de los Estados Unidos; sin embargo, la unificación de las fuerzas aliadas y la llegada de soldados norteamericanos impulsaron la victoria aliada en el Marne y la retirada del ejército alemán. En Alemania se produjeron el amotinamiento de la Marina en Kiel, el káiser Guillermo II abdicó, se proclamó la República de Weimar y Alemania solicitó el armisticio, que entró en vigor en noviembre de 1918.