Portada » Economía » Principios de Microeconomía: Discriminación de Precios, Oferta y Elección del Consumidor
Discriminar significa vender el mismo producto a personas distintas a distintos precios.
Aquí el monopolista tiene máxima información sobre los consumidores y consigue cobrar por cada unidad que vende el máximo que están dispuestos a pagar, produciendo hasta la última unidad que le aporte beneficio, donde precio = CMg. Le robará todo el excedente del consumidor, pero será una situación eficiente.
El monopolio tiene menos información y sabe que el consumidor está dispuesto a pagar menos por una cantidad mayor (demanda decreciente). Por eso, discrimina a partir de la cantidad que vende. Ejemplo: 2×1 o descuento por cantidades.
El monopolio es capaz de diferenciar distintos perfiles de consumidores en su mercado, con disposiciones a pagar o elasticidades distintas. Actuará como monopolista maximizador de beneficios en cada grupo por separado, obteniendo un mayor beneficio.
Para maximizar beneficios, una empresa elige la cantidad de producción con la que el ingreso marginal es igual al coste marginal.
La curva de oferta de la empresa en un mercado competitivo a corto plazo (cuando P < CVMe, la empresa cierra). Si esta produce algo, produce la cantidad con la que el coste marginal es igual al precio del bien. Sin embargo, si el precio es más bajo que el coste variable medio correspondiente a esa cantidad, la empresa mejora su situación cerrando y no produciendo nada. Dado un precio cualquiera, cada una ofrece la cantidad de producción con la que su coste marginal es igual al precio. En la medida en que el precio sea superior al coste variable medio, la curva de coste marginal de cada empresa es su curva de oferta. La cantidad de producción ofrecida al mercado es igual a la suma de las cantidades ofrecidas por las empresas de ese mercado.
A corto plazo, un aumento de la demanda eleva los precios y genera beneficios, y una disminución de la demanda reduce los precios y genera pérdidas.
En la curva de oferta del mercado a largo plazo, las empresas salen del mercado si el ingreso que obtendrían produciendo es menor que sus costes totales. Produce la cantidad con la que el coste marginal es igual al precio del bien. Sin embargo, si este es menor que el coste total medio correspondiente a esa cantidad, decide salir o no entrar en el mercado. El proceso de entrada y de salida solo concluye cuando el precio y el coste total medio son iguales. Pero para que el precio sea igual tanto al coste marginal como al coste total medio, estas dos medidas del coste deben ser iguales entre sí. El coste marginal y el coste total medio solo son iguales cuando la empresa está produciendo con un coste total medio mínimo. En el equilibrio a largo plazo de un mercado competitivo en el que hay libre entrada y salida, las empresas deben estar produciendo en su escala eficiente.
En este equilibrio a largo plazo, todas las empresas producen en la escala eficiente, el precio es igual al coste total medio mínimo y el número de empresas se ajusta para satisfacer la cantidad demandada a este precio. Se lleva al mercado al equilibrio de beneficio nulo.
Una curva isocuanta es una representación gráfica que muestra las infinitas combinaciones de dos factores con los que se puede obtener la misma cantidad de producto.
Representa todas las combinaciones de factores productivos que suponen un mismo coste.
La utilización de la recta isocoste se emplea en la minimización de costos en la producción, en lugar de la maximización de la utilidad.
La teoría de la elección del consumidor examina las disyuntivas a las que se enfrentan los consumidores. Cuando un consumidor compra una cantidad mayor de un bien, tiene que comprar una cantidad menor de otros. Cuando dedica más tiempo a disfrutar del ocio y menos a trabajar, su renta es menor y tiene que consumir menos. Cuando gasta una parte mayor de su renta hoy y ahorra una menor, tiene que aceptar un nivel de consumo más bajo en el futuro.
La curva de la demanda de un consumidor es el resumen de las decisiones óptimas que surgen de su restricción presupuestaria y de las curvas de indiferencia. La curva de la demanda surge de forma natural de la teoría de la elección del consumidor.
Normalmente, cuando sube el precio de un bien, los consumidores compran una cantidad menor de él. Esta conducta habitual, llamada ley de la demanda, se refleja en la pendiente negativa de la curva de demanda. Sin embargo, a veces pueden tener pendiente positiva y comprar una cantidad mayor de un bien cuando sube su precio (bien Giffen).
La teoría de la elección del consumidor se puede aplicar en muchas situaciones. Explica por qué las curvas de demanda pueden tener pendiente positiva, por qué una subida de los salarios puede aumentar o reducir la cantidad ofrecida de trabajo y por qué una subida de los tipos de interés puede aumentar o reducir el ahorro.