Portada » Español » Elementos y Habilidades Clave en el Proceso Comunicativo Humano
Es el proceso de intercambio de información entre dos o más interlocutores, donde intervienen una serie de elementos esenciales.
Todos ellos son necesarios para el intercambio de información, ya que si falla alguno, la comunicación no se produciría.
En una comunicación fluida, los roles de emisor y receptor son intercambiables. Ambos tienen la necesidad de comunicar algo (el mensaje), que transcurre por un canal, el cual puede ser natural como el aire o artificial como el papel. Todo ello ocurre en una situación comunicativa concreta (el contexto).
Para que la comunicación se produzca, debe darse el proceso de codificar y descodificar el mensaje. Codificar consiste en producir el mensaje, transformando las ideas en palabras, lo que implica el uso de un código común a los interlocutores (por ejemplo, la lengua española). Descodificar es el proceso inverso realizado por el receptor.
Sin embargo, en este proceso pueden surgir perturbaciones que dificultan o impiden la fluidez de la comunicación, las cuales reciben el nombre de ruido. Por ejemplo: tartamudear, interferencias en la línea telefónica (ruido físico).
Para contrarrestar el ruido, el código lingüístico cuenta con un recurso: la redundancia. Esta consiste en una repetición que refuerza la comunicación y sirve para enfatizar o asegurar la comprensión.
La comunicación se encuentra vinculada a una serie de habilidades lingüísticas que nos ayudan a resolver problemas que se nos presentan en la vida cotidiana.
El dominio de una lengua se mide por el conocimiento y el manejo de cuatro destrezas fundamentales: hablar, escribir, leer y escuchar. Si falla alguna de ellas, no se considera que exista un dominio completo.
Son consideradas pasivas porque no producimos la información, sino que la recibimos. Ejemplos: escuchar y leer.
Son consideradas activas porque actuamos para producir la información. Ejemplos: hablar y escribir.
Es el conjunto de conocimientos y habilidades que permiten a un individuo actuar de manera adecuada en diversas situaciones comunicativas. Está ligada al concepto de competencia comunicativa de Hymes. En este contexto, la competencia comunicativa y la habilidad lingüística se consideran equivalentes.
Existen principalmente dos tipos:
Las habilidades comunicativas se pueden jerarquizar:
Se alcanza cuando una persona tiene un control absoluto de todas las destrezas comunicativas.
Generalmente se distinguen dos, ligadas a la comunicación verbal y no verbal, ofreciendo una doble jerarquía.
Surgen de la superhabilidad. Se distinguen varios tipos:
Se clasifican en tres tipos principales:
Resultan de la fusión de las competencias lingüísticas y pragmáticas. Hay tres tipos:
Permiten la aplicación práctica y observable del lenguaje, mostrando el grado de dominio del usuario en usos lingüísticos específicos (hablar, escuchar, leer, escribir).
Son componentes más específicos, subordinados a las destrezas. Permiten el perfeccionamiento y la corrección de aspectos concretos de la comunicación (ej. pronunciar un fonema específico, usar correctamente un tiempo verbal, identificar la idea principal de un párrafo).