Portada » Ciencias sociales » Recursos Sociales de Alojamiento y Atención para Colectivos Específicos
Las usuarias más habituales de estos pisos son víctimas de violencia doméstica con menores a cargo, pero también otras mujeres en dificultad social que cumplen ciertos requisitos. Ofrecen una atención integral y tienen por finalidad la normalización del núcleo familiar. Entre las actuaciones que se llevan a cabo se encuentran:
Están destinados a jóvenes, entre 16 y 18 años, con la finalidad de aplicar programas de autonomía personal e inserción sociolaboral. El objetivo de estos pisos es, por tanto, preparar de forma gradual y no traumática a los jóvenes para la vida autónoma al cumplir la mayoría de edad, ofreciéndoles la oportunidad de iniciar una vida independiente mientras se les sigue proporcionando apoyo económico y humano.
También conocidos como pisos residenciales, están destinados a personas drogodependientes que se encuentran en proceso terapéutico y de adquisición de pautas sociales. Disponen de un programa terapéutico con diferentes objetivos (autorresponsabilidad, tolerancia, convivencia, habilidades sociolaborales, etc.) y cuentan con un equipo multidisciplinar que realiza un seguimiento del usuario después del alta, en coordinación con otros servicios.
Más conocidos como albergues o servicios de residencia temporal, están dirigidos a personas adultas sin hogar o que no pueden vivir en su domicilio porque este no dispone de las condiciones necesarias. Paralelamente, este colectivo suele recurrir al comedor social como servicio asistencial.
Destinados a facilitar la atención y los apoyos necesarios a personas para mantener su autonomía y potenciar sus capacidades durante el día.
Proporcionan atención integral (manutención, higiene y terapias, transporte adaptado, etc.) a personas con distintos grados de dependencia que pueden vivir en su propio domicilio con algún tipo de apoyo.
Dirigidas a personas en situación de dependencia que viven en su domicilio y pueden acudir durante el día a centros residenciales o de otro tipo con el fin de aprovechar los servicios que allí se ofrecen.
Son centros de reunión para promover la convivencia y la integración social. Disponen de una amplia gama de servicios y actividades socioculturales.
Similares a los destinados a personas mayores, ofrecen atención y actividades adaptadas.
Destinadas a personas con discapacidad grave que no pueden ser atendidas durante el día por su unidad familiar.
Orientan su actividad a la adquisición de hábitos de vida normalizados por parte de personas con enfermedad mental, para así proporcionarles mayor bienestar y autonomía.
Destinados a personas con discapacidad que no pueden integrarse en un trabajo productivo, pero sí realizar tareas ocupacionales y avanzar en la normalización de sus condiciones de vida.
Modalidad muy poco extendida en España y orientada a la atención nocturna de personas con demencia o enfermedad mental que padecen procesos de agitación, alteración del sueño o trastornos de conducta por la noche, facilitando así el descanso del cuidador o de la familia.
Estos programas ofrecen soporte a las familias mediante dos modalidades principales:
Tienen como objetivo cubrir temporalmente las necesidades básicas de alojamiento de personas o familias en casos de urgencia puntuales. Así pues, la intervención se realiza con celeridad para atender necesidades perentorias y la acogida es transitoria, hasta que se normalice el problema o se derive a otros recursos más estables.
Nacen como respuesta a situaciones extremas de violencia familiar o violencia de género, para mujeres que no disponen de recursos económicos ni apoyo familiar. En ellas, la intervención es integral y existen diferentes modalidades (casas de acogida urgente, para madres jóvenes, para mujeres inmigrantes, etc.).
Son recursos de internamiento provisional, normalmente activados por situaciones de desamparo o riesgo grave del menor. En función de la atención, distinguimos:
Según la inmediatez de la atención, distinguimos: