Portada » Magisterio » Conceptos Clave de Muestreo y Recolección de Datos en Investigación
Palella y Martins (2010) sostienen que la población puede ser definida como el conjunto finito o infinito de elementos, personas o cosas pertinentes a una investigación y que generalmente suele ser inaccesible.
La muestra es un subgrupo de la población, que se utiliza por economía de tiempo y recursos. Su uso implica definir la unidad de análisis. Hernández afirma que se requiere delimitar la población para generalizar resultados y establecer parámetros.
Las muestras pueden ser probabilísticas o no probabilísticas (dirigidas). En el primer caso, se requiere precisar el tamaño de la muestra; esta selección de los elementos muestrales se efectúa por medio de listados o de procedimientos como tómbolas, tablas de números aleatorios, programa informático STATS o de selección sistemática.
La muestra dirigida o no probabilística selecciona participantes por uno o varios propósitos; no pretende que los casos sean representativos de la población.
Para seleccionar una muestra, lo primero que hay que hacer es definir la unidad de análisis (individuos, organizaciones, comunidades, situaciones, eventos). Una vez definida la unidad de análisis, se delimita la población. La muestra es un subgrupo de la población de interés sobre el cual se recolectarán datos y que tiene que definirse o delimitarse de antemano con precisión; esta deberá ser representativa de dicha población.
Sostiene Hernández Sampieri (2010) que las muestras probabilísticas tienen muchas ventajas; quizá la principal sea que pueda medirse el tamaño del error de nuestras predicciones. En ocasiones, el interés del investigador es comparar sus resultados entre segmentos, grupos o nichos de la población. Por ejemplo, efectuar comparaciones por género (entre hombres y mujeres); si la selección de la muestra es aleatoria, tendremos unidades o elementos de ambos géneros, ya que la muestra reflejará a la población.
Señala Hernández Sampieri (2010:182) que en algunos casos en que el investigador se ve limitado por recursos financieros, por tiempo, por distancias geográficas o por una combinación de estos, se recurre al muestreo por racimos, clúster o conglomerados.
En este muestreo probabilístico por racimos, las unidades de análisis se encuentran encapsuladas en determinados lugares físicos.
Son las distintas formas o maneras de obtener la información cuando comienza el contacto directo con la realidad objeto de la investigación o el trabajo de campo.
Entre ellas, estudiaremos la observación, la entrevista, la encuesta y el fichaje como técnicas y, en una segunda fase, los instrumentos de recolección de información.
La observación consiste en el uso sistemático de nuestros sentidos orientados a la captación de la realidad que se estudia. Concebida como técnica, la observación consiste en estar en expectativa frente al fenómeno, del cual se toma y se registra información para su posterior análisis.
La Entrevista es una técnica que permite obtener datos e información mediante un diálogo que se realiza entre dos personas cara a cara: el entrevistador y el entrevistado.
La Encuesta es una técnica destinada a obtener datos de varias personas cuyas opiniones interesan al investigador. A diferencia de la entrevista, se utiliza un listado de preguntas escritas que se entregan a los sujetos quienes, en forma anónima, las responden por escrito.
El Fichaje consiste en registrar los datos que se van obteniendo en la revisión bibliográfica.
Sostienen Palella y Martins (2010:125) que un instrumento de recolección de datos es, en principio, cualquier recurso del cual pueda valerse el investigador para acercarse a los fenómenos y extraer de ellos información. Entre los instrumentos de observación destacan las listas de cotejo o control y los registros anecdóticos. Para la entrevista destacan como instrumentos los guiones de entrevistas, los cuales pueden ser no estructurados (para las entrevistas informales y las focalizadas) y los formalizados (para las entrevistas monotemáticas y a expertos).
El cuestionario es un instrumento de investigación que forma parte de la técnica de la encuesta. Los cuestionarios pueden ser de preguntas cerradas con respuestas dicotómicas o múltiples, o de preguntas abiertas en el cual el consultado expresa sus opiniones con sus propias palabras.
La validez de un instrumento se define como la ausencia de sesgos. Representa la relación entre lo que se mide y aquello que realmente se quiere medir.
En secciones anteriores señalamos que la validez de un instrumento es la relación entre lo que se mide y aquello que realmente se quiere medir. La validez puede ser de contenido, de criterio o de constructo; o interna o externa.
Entre los elementos que afectan la validez de contenido, criterio o constructo están la elaboración de preguntas muy cortas, la redacción incorrecta, instrucciones vagas, el tiempo para responder las preguntas. Entre los elementos que afectan la validez interna o externa se encuentran problemas externos al instrumento, la subjetividad del investigador o la aplicación de un instrumento extranjero.
La confiabilidad es definida como la ausencia de error aleatorio en un instrumento de recolección de datos. Existen diversos factores que afectan la confiabilidad de los instrumentos; dos de ellos son el número de preguntas de los cuestionarios (se debe asegurar que se cuenta con uno integrado por múltiples preguntas relacionadas con cada una de las categorías que se están midiendo) y la muestra de usuarios sobre la que se calcula la estimación de la confiabilidad. El cuestionario debe ser diseñado y validado (revisado) por expertos para determinar que se está en condiciones de comenzar a administrarlo.
A los efectos de analizar la homogeneidad de los ítems de los cuestionarios, contamos con dos coeficientes: el primero, el coeficiente de Kuder y Richardson (KR 20/21), aplicable a los instrumentos de respuestas dicotómicas.
El coeficiente Alfa de Cronbach mide la confiabilidad a partir de la consistencia interna de los ítems, entendiendo por tal el grado en que los ítems de una escala se correlacionan entre sí; es aplicable para medir la homogeneidad de los ítems con escala tipo Likert.
Aparte de las ya mencionadas técnicas de KR 20/21 y Alfa de Cronbach para medir la homogeneidad de los ítems de los cuestionarios, se pueden citar las técnicas del coeficiente r de correlación de Pearson; las técnicas de Pearson/Spearman-Brown; Rulón y Guttman con el propósito de medir la homogeneidad de los ítems al medir el constructo.