Portada » Español » Presunción de inocencia
En un intento por conectar con La Vanguardia escénica se crea un teatro abierto a la escena mundial, que rompe con los anteriores modelos realistas y se plantea sobre unos presupuestos estéticos y puramente dramáticos o escenográficos. La falta de éxito comercial de este teatro se debe a que no es aceptado por la sociedad, el mundo empresarial o el propio Estado, por las dificultades para su representación y por algunos de los aspectos que lo definen cómo son los temas sociales de existenciales de formalización distinta, la destrucción interna del personaje, son personajes tipo, la acción de lenguajes simbólicos, la incorporación en el texto de otros elementos, pero que realmente no se corresponden con la acción, la acción se constituye en ceremonia, ritual, la representación olvida la cuarta pared, el público es parte de la representación, se recupera el aspecto lúdico, los montajes son imposibles. Fernando Arrabal se separó a finales de los años 50 de la estética realista y debido al fracaso de su primera obra se exilió en París, donde su producción es más conocida en España, es difícil encuadrarlo en un movimiento pues es polifacético. La obra de arrabal es muy amplia.
En su teatro pánico se encuentran Pic-Nic, hace un alegato contra la guerra, Arrabal comenzó escribiendo teatro infantil absurdo ingenuo, picnic es la obra más representativa, la cual trata sobre dos soldados qué disparaban de la Guerra hasta que un proyectil los elimina. Su teatro implicaba en su momento una revolución total. Arrabal se refiere el teatro pánico como una manera de ser presidido por la confusión, el humor, el terror, el azar, y la euforia de ahí el título de una de sus obras Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión. Arrabal muestra la inocencia y la bondad de unos personajes que viven al margen de la sociedad y de toda realidad en Fando y Lis, desarrolla el tema mítico del laberinto, narra la historia de dos desvalidos qué marchan a Tar con tres personajes, por un incidente fondo mata a Lis, tras los honores funerarios los cuatro presidentes un camino y El cementerio de automóviles escenifica El conflicto entre la inocencia y la bondad y el orden que pone artificiosas convenciones, ambientado en un cementerio de coches dónde algunos seres conviven mientras son reprimidos por la policía.
En su teatro político encontramos obras como La aurora roja y negra o Y pusieron esposas a las flores, Obras que reflejan su comportamiento político tras el encarcelamiento en el régimen franquista. En su teatro de serenidad destacan Breviario de amor de un halterófilo o Apokalyptico, Busca en lo interior la sexualidad y la presencia de lo místico. Arrabal fue influenciado por autores clásicos cómo Quevedo, Goya y Valle Inclán también por corrientes vanguardistas cómo es Surrealismo. En su estilo se observan obras caracterizadas por incluir parábolas y alegorías sobre la condición humana, con diálogos absurdos pero poéticos, además es un teatro provocador con temas como el sexo o la locura presentes en todo momento.
Su afán de renovación constante le llevo a una ruptura en la que la inspiración surrealista junto con sus lecturas de Beckett, forjaron su concepción del teatro, las situaciones absurdas e inverosímiles su naturaleza maldita. Primero un teatro de farsa y calamidad, con un argumento entramado, cierta intriga, lineal, con la magia y el sueño como ideales propios del héroe ROMántico, incluye obras como Malditas sean coronada y sus hijas, tórtolas, Crepúsculo… y telón o la señora tártara. Su Teatro furioso, que posee una acción esencial y concentrada, es de carácter coral y se caracteriza por la rapidez de la acción, la retórica burlona y la sorpresa, destacan Pelo de tormenta y es bueno no tener cabeza. En todas ellas se advierte una prodigiosa mezcolanza de elementos populares, el teatro ROMántico, la ópera etc. en un ambiente de verbena y fiesta.
En conclusión Fernando Arrabal y Francisco Nieva supone la máxima del Teatro Experimental español, alejándose como puntos de referencia para generaciones venideras, consiguiendo así la figura de clásico.