Portada » Español » Connotación del personaje Lázaro en la novela Lazarillo de Tormes
Apesar de que en el Siglo XVI conviven varias tendencias poéticas,lo que define la lírica del Siglo XVI es la irrupción del petrarquismo, un nuevo modelo de lírica que transforma el panorama literario.
Con predominio del octosílabo y de tono cultista-conceptista.
romances y canciones líricas.
El poeta más relevante de esta corriente es Garcilaso de la Vega, cuya renovó la forma y los temas.
el endecasílabosustituye al octosílabo.
Temas:–
El amor es platónico, ennoblece al enamorado porque a través de la amada se acerca a la perfección.
-La naturaleza es el símbolo de la perfección y la vida sencilla.
Los temas mitológicos reflejan la admiración por la cultura grecolatina y dan un tono pagano a la literatura renacentista.
El poeta más representativo del espíritu renacentista, por su vida y por su poesía. El modelo del hombre renacentista: era el perfecto cortesano, cultivado y sensible, y a la vez un valiente guerrero. Inicia una nueva sensibilidad intimista, que se expresa en el análisis de los sentimientos del poeta.
La obra de Garcilaso fue breve, como su vida. En ella destacan los sonetos, unos cuarenta, y las tres églogas.
La Égloga I: es la más valorada. En ella, los Pastores Salicio y Nemoroso expresan sus quejas en una naturaleza dulce. Mientras Salicio se lamenta por los desdenes de su amada Galatea, Nemoroso llora la muerte de Elisa.
La Égloga II: recoge la historia de los desgraciados amores de Albanio y la pastora Camila.
La Égloga III: en medio de una naturaleza suave y bucólica, cuatro ninfas tejen, en unos tapices, trágicas historias amorosas. La égloga termina con el canto de dos pastores.
La poesía de Garcilaso gira en torno a dos grandes temas: el amor y la naturaleza. El sentimiento amoroso, dichoso o desgraciado, es el centro de su lírica. Por eso su poesía es intimista, y en ella la naturaleza siempre acompaña a los personajes el sentimiento real.
La obra de Garcilaso supone la creación del lenguaje poético renencentista, elegante y natural. A partir de Garcilaso, el soneto se convierte en la estrofa básica de la poesía culta castellana.Sonetos: 14 versos endecasílabos, 2 cuartetos+2 tercetos.
La poesía de fray Luis León sintetiza la cultura renacentista y el pensamiento cristiano. Plantea temas morales, influido por Platón, Virgilio y Horacio, de quien procede su estoicismo.
La mayor parte de la poesía de Fray Luis son odas, cantos de alabanza, escritas en liras, siguiendo el modelo introducido por Garcilaso. Los temas de que tratan tienen un tono moral que refleja la influencia de los clásicos: Patón, Virgilio y, sobre todo, Horacio, de quien toma el estoicismo, es decir, el anhelo de la virtud mediante el dominio de las pasiones, la búsqueda de lo espiritual o el elogio de la vida sencilla campestre. Ejemplo de obra: Oda a la vida retirada.
La lengua de fray Luis de León es similar a la de Garcilaso y al modelo renacentista porque es natural y elegante, pero también refleja el influjo de Horacio por la amplitud de las frases y por los numerosos cultismos.
La poesía mística expresa la experiencia de la uníón del alma con la divinidad, lo que se denomina <éxtasis místico=»»>>. En este sentido, la poesía de San Juan y la de Santa Teresa son poesía mística, porque tienen como tema central la expresión de esta vivencia religiosa. Para conseguir la uníón entre alma y la divinidad hay que emprender el camino de la ascética, la purificación del alma a través del sacrificio, las oraciones y el desprendimiento de las vanidades del mundo. La ascética es, por tanto, una vía que todo el mundo puede seguir, pero las experiencia mística, según el cristianismo, es un don que Dios concede a unos cuantos elegidoséxtasis>
La poesía más original de san Juan de la Cruz es, sin duda, aquella que recoge su experiencia mística. El poeta se encuentra con un lenguaje insuficiente para transmitir este tipo de vivencia y, como no puede describirla, la manifiesta a través de símbolos. Los grandes poemas de san Juan de la Cruz, Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva, escritos en liras, reflejan el camino que lleva a la uníón con Dios y el placer que ello proporciona.
San Juan de la Cruz crea una nueva lengua poética a través de los símbolos que tienen su origen en el lenguaje del amor humano. Es un lenguaje muy emocional, expresivo e intenso.
En el Siglo XVI conviven dos tendencias narrativas: la novela idealista y la novela realista.
La novela de caballerías, que sitúa la acción en la Edad Media y cuyo protagonista es un caballero que representa el modelo de héroe épico.
El éxito de los relatos caballerescos pudo deberse a que presentaban un modelo de caballero heredero del héroe épico: ejemplar guerrero, fiel enamorado y aventurero idealista, y a la tajante división entre personajes positivos y negativos.
Destaca la obra de Amadís de gaula, reelaborado Garci Rodríguez de Montalvo en 1508.
El Tirant lo Blanc de Joan Martorell, también es muy famosa, però se escribíó en catalán.
narra historias amorosas entre pastores. Ej: La Galatea, publicada en 1585.
Combina la historia amorosa con innumerables peripecias. Suele tener un final feliz.
Idealizado mundo musulmán. Ej: en el Quijote, y Lope de Vega.
Con el Lazarillo se introdujo un nuevo tipo de relato: la novela picaresca, que representa corriente realista y critica de la novela del Siglo XVI. El Lazarillo es una obra anónima del año 1554. La literatura renancentista omitíá la realidad vulgar; la picaresca contrapone a los héroes idealizados de la novela pastoril.
La novela está escrita en forma de epístola autobiográfica, es una carta dirigida a un destinatario al que se alude como >, y en ella, el protagonista, Lázaro, relata su vida desde el principio. Ese recurso da verosimilitud a la forma autobiográfica, al relato escrito en primera persona. El Lazarillo consta de un prólogo y siete tratados, muy desiguales en longitud. En el prólogo, como es habitual, se justifica el propósito de la obra, mientras que los tratados recogen las diversas peripecias del protagonista.
Lázaro es un antihéroe por su origen social y por el mundo en que se mueve, el Lazarillo es la primera novela de aprendizaje. Pero el Lazarillo presenta el proceso educativo en un sentido irónica, ya que el Lázaro escribe es un hombre amoral y materialista que acepta su degradación. Su proceso de aprendizaje es paralelo a la corrupción de su inocencia infantil.
En el Lazarillo encontramos burla y humorismo, pero también una crítica social y religiosa que entronca la obra con el erasmismo y con el visón descantado de algún escritor converso. La estructura de la novela permite una visión amplia de la sociedad de la época: la penurias de los pobres; la dureza de la justicia para con ellos; la miserias morales de los eclesiásticos y la falsedad y el vacío anacrónico que hay tras la retórica altisonante del escudero. Sin embargo, el tono general de la novela es de suave ironía y de comicidad, sin la acidez satírica que refleja la picaresca posterior.
El lenguaje del lazarillo es natural, sencillo y muchas veces coloquial. Este tono es un rasgo realista que añade verosimilitud a la novela.
La obra de Cervantres es muy variada; incluye todos los géneros, las formas y los modelos de la época: tanto los idealistas como los realistas, aunque su valor es desigual. Sin embargo, toda su producción refleja la personalidad hymanista del autor, así como su carácter irónico y liberal.
El mayor acierto del teatro de Cervantes son los entremeses, que presentan breves cuadros de la vida cotidiana del momento. En ellos aparecen personajes variados y divertidos.
La novela de Cervantes es esencial para el desarrllo del género en la literatura española. Ademas de aclimatar al castellano la novela corta italiana con las novelas ejemplares.
La Galatea, de 1585./Las Novelas ejemplares, de 1613./Los trabajos de Persiles y Sigismunda, publicada tras la muerte de Cervantes, en 1617, es una novela bizantina dividida en cuatro libros.
En el Quijote, Cervantes hace una sátira de los libros de caballerías, muy populares en su época. Narra las disparatadas aventuras de un hidalgo que pierde el juicio a acausa de su desmedida afición por los libros de caballerías.
En 1605 aparece El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha; diez años después, en 1615, se publicaría la segunda parte de la obra.
La primera parte del Quijote relata dos salidas o viajes del protagonista./Primera salida (capítulos 1-6)/ Segunda salida (capítulos 7-52)/ Segunda parte del Quijote- 74 capítulos.
El Quijote recrea y parodia el mundo de los libros de caballerías. En la obra, además, aparecen casi todos los tipos de novela renacentista mediante las narraciones intercaladas. Encontramos dentro del Quijote relatos pastoriles, moriscos y picarescos.
Lo nuevo de la primera parte del Quijote es que refleja simultáneamente el mundo real y el imaginario-literario, pero lo más inédito se da en la segunda parte, cuando aparecen personajes que conocen a Don Quijote porque han leído sus aventuras de la primera parte.
Parodiando los libros de caballerías, el narrador finge recoger datos sobre su protagonista en los archivos de la Mancha. Mediante ficción, Cervantes se permite ir haciendo comentarios sobre el texto que supuestamente ha encontrado.
Ya en el prólogo del libro, Cervantes dice que ha escrito el Quijote contra los libros de caballerías.
Para las gentes de la época, la caricatura de los libros de caballerías era evidente en el Quijote, porque conocían los relatos y podían reconocer la caricaturización del lenguaje caballeresco.
Cervantes optó por la crítica más eficaz, la parodia. Todos los elementos típicos de las novelas de caballerías aparecen ridiculizados.
El protagonista tiene una visión deformada por la literatura, habla la lengua que se usaba hace cien años, viste las armas de sus bisuabuelos y tiene como ideales los de Amadís. Cree vivir en el universo de los caballeros andantes y su mente transforma la realidad, pero esa realidad acaba imponiéndose sobre los ideales caballerescos de Don Quijote.
Un gran valor de la novela de Cervantes es la creación de la pareja protagonista. En general, se ha visto en ellos la antítesis entre la locura y cordura, entre idealismo utópico y materialismo realista. Sin embargo, los matices dominan en la caracterización psicológica de los personajes.
Don Quijote constituye el modelo del hombre noble, idealista y bondadoso, pero enajenado en todo lo refrescante al mundo caballeresco. En la primera salida, Don Quijote deforma la realidad. En la segunda salida, Don Quijote transforma la realidad, que, en su mente, se convierte en un universo caballeresco. En la tercera salida, el protagonista ve la realidad tal como es.
La locura de Don Quijote está limitada al mundo de lo caballeresco; en los momentos en que no aparece este tema, el protagonista es admirablemente cuerdo, generosos, culto, tolerante y mesurado.
Sancho representa al hombre llano, con una enorme sabiduría popular, práctico y materialista. Pero al mismo tiempo es crédulo y, a lo largo de la obra, sufre un proceso de quijotitación. Uno de los mayres aciertos del Quijote es el lenguaje de Sancho Panza: un lenguaje vivo, popular y salpicado de abundantes refranes.
Así, lo que en un principio parece ser una contraposició de caracteres va evolucionando a lo largo de la novela, ya que los personajes se influyen mutuamente y muestran matices muy variados.
En un primer momento, el Quijote tuvo un gran éxito como novela humorística.
Para los lectores del XVII, era evidente que el Quijote era una obra humorística; los libros de caballerías eran muy conocidos, y la burla quedaba clara.
Así, los ROMánticos veían en Don Quijote al idealista que es vencido por la triste y vulgar realidad y los realistas reconocían en Cervantes al gran novelista que muestra la complejidad de los personajes y sus relaciones con el entorno, es una obra matizada y rica que admite diferentes lecturas, como todas las obras clásicas.
En conjunto, la novela refleja la complejidad del ser humano y muchos rasgos de la sociedad del momento. El Quijote parece mostrar que los ideales renacentistas de heroísmo y culto a la belleza chocan con la realidad, del mismo modo que los sueños e ilusiones juveniles de Cervantes desaparecen ante la decadencia social.