Portada » Filosofía » Personajes de la fundación
Buero Vallejo subtitulóLa Fundación como «fábula en dos partes». A pesar del subtítulo,
Tanto la crítica como el propio autor consideraron la obra como una «tragedia»
Pues superaba el sentido de lo que es una «fábula» (“composición literaria,
Generalmente en verso, en que por medio de una ficción alegórica y de la
Representación de personas humanas y la personificación de seres irracionales,
O bien inanimados o abstractos, se da una enseñanza útil o moral”) e iba mucho
Más allá porque el conflicto que plantea afecta al destino de los seres
Humanos. No son suficientes las referencias al ratón que lleva Berta y tiene el
Mismo nombre del protagonista o a los ratones enjaulados del cuadro del pintor
Murray que contempla Tomás para adscribir la obra al género de la fábula por
Más que simbólicamente todos los personajes no sean sino ratones enjaulados.
La tragedia de Buero Vallejo es una tragedia esperanzada
Pues el espectador experimenta la catarsis al reconocer los males que los
Personajes no consiguieron evitar, a la vez que se ve obligado a tomar parte en
El conflicto y luchar contra los desastres que lo motivaron.
El conflicto básico que la obra plantea a sus lectores y
Espectadores es el enfrentamiento entre la realidad y la ficción para obtener
La verdad. En La Fundación el espectador va adquiriendo de forma
Paulatina conciencia de la realidad, al mismo tiempo que va recuperando la
Lucidez el protagonista de la obra, Tomás, que va percibiendo poco a poco la
Realidad y con él todos los lectores y espectadores van descubriendo que el
Inicial mundo idílico de la Fundación es falso, hasta la revelación total de la celda.
La obra está estructurada en dos partes, compuestas cada una por
Dos cuadros, que desarrollan un argumento nítido que se sustenta en dos líneas
Básicas: de la fundación a la cárcel y desde la cárcel a la libertad.
En la
Primera se produce el descubrimiento, coincidente con la enajenación de Tomás, de
Su condición de delator. En la segunda se prepara el plan de fuga, con un nuevo
Delator y un final abierto, en el que Tomás se redime al pasar a la acción, en
Busca de la verdad y la libertad.
La obra es una nueva recreación del tema literario del enfrentamiento
Entre realidad y ficción en busca de la verdad. La metáfora escénica que
Equipara la prisión a un agradable centro de estudios trasciende la obra y se
Amplía a la vida del hombre contemporáneo. De la confortable institución en que
El público se ha instalado al principio de la mano de Tomás se camina paso a
Paso hasta el desvelamiento total de la celda de la que, no obstante, nunca se
Ha salido. La crisis del concepto de lo reales un tema habitual en el teatro de Buero, ya no se puede creer ni
En lo que en escena aparece, pues acaso sea todo ello una ilusión óptica, un
“holograma”.
Se trata de un caso muy claro de alienación que finaliza con el
Triunfo de la lucidez, lo que valdría como definición del sentido global de su
Dramaturgia. La Fundación aclara que la locura podría ser también un
Refugio, un nuevo modo de escapar, pues eso es lo que significa para Tomás,
Pero el loco debe dejar de serlo, porque también la locura es culpable, ya que hace
Ver lo que no es y ha de ser superada, porque el hombre debe encararse con los
Aspectos más duros de su situación real, por amargos que sean.
Sobre la situación de los cinco condenados se levanta una
Reflexión sobre la condición humana: el preso puede hallar el modo de fugarse y
Alcanzar la libertad, pero una vez fuera se dará cuenta de que todo es prisión.
Asel, que es quien lleva el peso de este tema en la obra, reconoce que acaso la
Libertad y la vida toda sean “una inmensa ilusión”, pero el único modo
De saberlo consiste en rechazar la inacción.
La vida humana es prisión y sus barrotes pueden ser tan
Invisibles como los de la cárcel en que están encerrados Tomás y sus
Compañeros, pero que no por ello resultan menos consistentes. La vida sólo
Puede ser digna si se acepta lúcidamente esa condición por lo que existe la
Necesidad de cuestionarse siempre y no
Dar nada por perdido: la crítica es una necesidad constante. Y se afirma que
Esta actividad reflexiva debe completarse dialécticamente con la acción. Al
Salir de una cárcel, de una Fundación, podrá pasarse a otra sólo un poco mayor,
Pero el cambio puede ser aceptable. Se defiende un futuro, quizás no
Idílico, pero tampoco desesperado. Es preciso luchar y vencer las sucesivas
Fundaciones. La libertad absoluta no existe y siempre habrá una prisión, una limitación.
La “verdad” está en la búsqueda de ese paisaje soñado, símbolo del futuro
Definitivamente apacible, que sólo podrá ser conseguido algún día si antes el
Hombre se sumerge en el túnel.
Soñar plantea una perspectiva ambivalente, pudiendo ser
Una actividad positiva, pero también un desahogo estéril y engañoso. Cuando
Tomás aún no está definitivamente curado, Tulio atraviesa por un momento de
Ilusionado optimismo, en el que reivindica el derecho a “soñar”. En el fondo
Todos se han vuelto de repente un poco locos, se han dejado inclinar hacia la
Actitud evasiva de Tomás y la dura realidad va a imponer al momento su ley con
La entrada de los carceleros a por Tulio, lo que le permite al preso comprender
Lo ilusorio de su actitud anterior y por eso sus últimas palabras dirigidas a
Tomás tratan de volverlo definitivamente a la realidad.