Portada » Español » La novela después de la Guerra Civil
Retruécano
Vv.3-4 ( inversión de las palabras de una oración respecto a la siguiente)
Hipérbaton
Vv. 5-6 (alterar el orden sintáctico lógico)
Encabalgamiento
Vv. 7-8 (separar una oración en dos versos)
Apóstrofe (lamentarse de algo ) : Estribillo -> apelar a la juventud Metáfora:
Vv. 11-12 ( establecer relación entre una imagen real y otra imaginaria)
En este poema, el poeta entabla de modo simbólico un diálogo con una fuente que quiere recordarle su condición de persona triste en el pasado. El poema se desarrolla en un escenario muy peculiar: en un parque al atardecer, de clara influencia modernista. El tema central refiere a la tristeza causada por la soledad y la monotonía del discurrir del tiempo, tema muy recurrente en la obra machadiana. Se pueden apreciar tres partes: • Una presentación o introducción: estrofas 1, 2 y 3. • Una parte central: el diálogo entre el poeta y la fuente: estrofas 4-13. • Un final, a modo de cierre, que copia la segunda estrofa: estrofa 14. En su aspecto externo se puede apreciar que el poema está formado por 52 versos repartidos en catorce estrofas de verso variable con claro predominio de los formados por cuatro versos con métrica alterna: predominio de los dodecasílabos de rima consonante y cruzada frente a la presencia de versos hexasílabos de igual rima que los anteriores o formando pareados. Dominan los serventesios (ABAB), aunque la primera estrofa aparece quebrada, que coexisten con los tercetos (estrofas 4 y 5) y una estrofa de seis versos formada por tres pareados juntos, de rima AABBCC (estrofa 6). El estilo es primordialmente nominal con claro dominio del adjetivo, ya sea antepuesto o pospuesto. Los recursos literarios dominantes son: • Fonéticos: onomatopeyas (v. 5, rechinó). Encabalgamientos. • Morfosintáticos: hipérbaton (v. 5, rechinó en la vieja cancela mi llave), asíndeton, paralelismos, anáforas • Semánticos: sinestesia (v. 6, agrio ruido), metáforas (v. 19, mi cristal vertía), símbolos (la fuente, la tarde, el agua). Especial atención hay que prestar a la simbología: tanto la tarde como el agua que fluye simbolizan el paso del tiempo, clara influencia del Simbolismo frnacés. • Pragmáticas: personificación, materializada en el diálogo con la fuente. El poema es de expresión claramente subjetiva, lo que proporciona mayor lirismo al texto. Tanto por la escenografía como por el predominio del adjetivo y su especial uso y selección, lo acercan al influjo literario modernista del momento, cuya figura mayor fue el nicaragüense Rubén Darío. Este poema dialogado, lleno de motivos ambientales muy típicos del primer Machado (la tarde, la fuente, el jardín ajado, los frutos en la rama…), trata de un reencuentro del poeta con el pasado que recuerda. Todo el encanto de entonces parece repetirse ahora y, sin embargo, nada es igual que ayer porque todo recuerdo es impreciso, equívoco, doloroso… La vista al pasado se salda con un fracaso: por eso el poema repite, como un lúgubre estribillo, su segunda estrofa en la última.
vv. 33-34 ( repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos )
: del agua : v29. “cristal “v33. “ espejo “Personificación
: v.13: “La fuente cantaba “ -> Atribución de acciones y cualidades propias de los seres animados a las cosas inanimadas o abstractas.
: v.21 “¿Recuerdas, hermano?” -> Pregunta que se hace sin la intención de obtener respuesta
Unamuno (el «líder»), Azorín, Baroja, “Valle-Inclán y a Antonio Machado”
A finales del Siglo XIX España vive una grave crisis general: el sistema político no funciona; se acrecientan los desfases sociales (proletarios y campesinos frente a alta burguésía); comienzan a surgir los primeros conflictos sociales violentos…
Todo se agudiza con la independencia, en 1898, tras varios años de guerra, de Cuba y Filipinas, últimas colonias de ultramar de España. El «desastre» provoca cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Surge también entonces un grupo de escritores preocupados por los problemas del país, por el tema de España»: Son los hombres de la Generación del 98, un grupo de escritores que se esfuerzan por intervenir en el adecentamiento de la vida pública, mostrando las miserias y lacras de la sociedad española.
En estos autores se pueden observar unas inquietudes comunes: les preocupan los temas religiosos y existenciales (influencia de los filósofos Nietzsche y Schopenhauer) y, sobre todo, el «tema de España»: descubrir la esencia de lo español, la clave de sus problemas, desde un punto de vista subjetivo. Su paisaje preferido será el de Castilla, reflejo de las angustias y esperanzas individuales. Pero en los primeros autores del grupo se ve una evolución hacia posturas más conservadoras en su madurez, mientras que Machado y Valle-Inclán tienen una evolución opuesta. Los temas que predominan son religiosos y existenciales
La angustia existencial les lleva a plantearse problemas religiosos; la crisis social, económica y científica que se produce a finales del Siglo XIX da lugar a nuevas filosofías que reniegan de la razón.
Además, el tema de España es uno de los favoritos de los miembros del 98, que ven en Castilla la esencia del alma española, atraídos por su austeridad y su capacidad para sugerir algo más de lo que captan los sentidos.
Defensa de una regeneración social y artística de una España en profunda crisis que queda simbolizada en el desastre colonial del año 98 (del cual toma su nombre). En esa crisis española ven un motivo para hacer una «examen de conciencia» nacional que permita al país superar su decadencia. En ese sentido, el «problema de España» es el gran tema de fondo del 98.
Perspectiva unificadora de la España del momento. Castilla se convierte en símbolo del país (espiritualidad, austeridad, energía).
Rechazo frontal hacia la clase social burguesa, a la que, paradójicamente, pertenecen la mayoría de ellos. En la burguésía ven una capa social definitivamente derrotada y marginada en el presente, como consecuencia de su fracaso por acceder al poder en España desde el s. XIX.
Ideas totalmente anti-realistas en literatura, introduciendo al mismo tiempo elementos subjetivos de tipo irracional en sus ideas políticas y en sus obras literarias.
Influencia de las corrientes filosóficas europeas del momento: el irracionalismo, el vitalismo y un existencialismo embrionario (Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche, Bergson). La otra influencia común es la de los «regeneracionistas» españoles del s. XIX (el krausismo, Giner de los Ríos y la «Institución Libre de Enseñanza», Joaquín Costa) que ya entonces manifestaron la necesidad de regenerar España.
Propuesta de soluciones de tipo individualista, subjetivo e idealista a una problemática como la española que, en definitiva era material (económica, social, militar, laboral) y colectiva.
Deseo de influir en la sociedad española de la época.
Reivindicación del ensayo como nueva forma o género literario, junto al gusto por el lenguaje tradicional.
EL Modernismo es un movimiento literario que busca la renovación artística y que da gran importancia al cuidado de los aspectos formales. Los modernistas son partidarios del «arte por el arte» y se evaden de los problemas del hombre. Se inspira en dos movimientos franceses del Siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.
El Parnasianismo es un movimiento iniciado por T. Gautier que pretende conseguir la «obra bien hecha». Es una tendencia formalista, partidaria del arte por el arte, con gran uso de los recursos formales. Tratan sobre temas clásicos y exóticos.
El Simbolismo pretende encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias; para ello hay que crear un lenguaje nuevo, mediante el uso de símbolos, que cree una poesía de corte intimista. Para los simbolistas la poesía es el arte de la sugerencia.
Exaltación de la belleza formal y reivindicación de la forma como único valor artístico.
Creencia de que el artista es alguien superior al resto de las personas (herencia ROMántica).
Ruptura frontal con el Realismo burgués y todas sus manifestaciones artísticas. El arte no sirve para conocer y cambiar el mundo, sino para crear otros mundos mejores y más bellos.
Valoración de la musicalidad en poesía, lo que les lleva a concebir este tipo de literatura como ritmo. En ese sentido los modernistas fueron revolucionarios respecto a la tradición poética hispana, introduciendo los versos de 12 y 14 sílabas; combinaciones estróficas extrañas; uso de los «pies» de la poesía clásica greco-latina, las rimas internas; el hipérbaton con finalidad rítmica; etc. (todo ello, de procedencia parnasiana).
Cosmopolitismo y esteticismo en cuanto a los temas: lo extraño, lo exótico, lo elegante, lo gratuito, lo mitológico (ya sea de la antigüedad clásica como de la Edad Media), lo decadente, lo extravagante, lo erótico. En general, se reivindica todo aquello que posee una personalidad propia muy marcada y lo que contrasta con la mediocridad del mundo burgués.
Uso de un léxico cultista, simbólico y sugerente, alejado de los registros coloquiales.
Sintaxis forzada, muchas veces de resonancia greco-latina.
Los principales representantes de este movimiento son, en Hispanoamérica: José Martí y Rubén Darío.
En España: Salvador Rueda, Manuel Machado, Antonio Machado (1ª etapa), Juan Ramón Jiménez (2ª etapa) y Valle-Inclán (1ª etapa).
El máximo representante del Modernismo fue Rubén Darío.
Rubén Darío (1867-1916). Nacíó en Metapa (Nicaragua). Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento. Poeta precoz, su vida transcurríó entre el periodismo y la literatura. Hombre cosmopolita y amante del placer, sus viajes lo convirtieron en difusor del Modernismo. En 1893 viajó a Chile y a Buenos Aires, donde trabajó en los periódicos La Nacíón y La Prensa y en la revista El Mercurio de América.
Llegó a Madrid en 1899; allí conoció a Villaespesa, Valle-lnclán y Juan Ramón Jiménez. Al año siguiente se trasladó a París. Volvíó a España en 1908, como ministro de su país. Debido a la crisis nicaragüense, se marchó de nuevo a París. A partir de 1912 viajó por Suramérica y Europa. Murió en León (Nicaragua).
Destacamos del poeta nicaragüense obras como Azul, Prosas profanas o Cantos de vida y esperanza.
En 1888 se publica Azul., que incluye cuentos breves («El rey burgués», «La ninfa», «El rubí», «El velo de la reina Mab»…) y unos pocos poemas. El libro, producto de la lectura de la poesía francesa, crea un mundo de hadas, princesas, centauros, cisnes y fuentes. El léxico poblado de objetos exóticos, la exquisitez aristocrática, el culto parnasiano de «el arte por el arte», implican un rechazo de la realidad burguesa, en la que Darío no quiere integrarse.
En 1896, Rubén Darío publicó en Buenos Aires Prosas profanas, libro que deslumbró tanto por sus innovaciones métricas como verbales. Por un lado, Prosas profanas continúa la línea de evasión aristocrática de la realidad, y por otro, retoma la preocupación social de la primera época. En sus versos, Darío cuestiona qué es el arte, el placer, el amor, el tiempo, la vida, la muerte, la religión, la creación poética… El tema por excelencia de Prosas profanas es el del placer erótico, que no excluye el sacrificio y la pena. En este poemario, la imagen femenina adquiere diversas formas de la naturaleza: tigre, paloma, yedra, mar, colina…
En 1905 se publica en Madrid Cantos de vida y esperanza, que suma nuevos temas a los de libros anteriores. En esta obra, Darío manifiesta una expresión más sobria, aunque no elimina palabras brillantes ni innovaciones métricas.
Nacíó en Sevilla en 1875. A los ocho años se instala en Madrid. En 1907 se va a Soria como profesor de francés. Allí se casa con Leonor, una muchacha de 16 años (el tiene 32). Pasan un año en París, pero ella enferma de tuberculosis. Muere en 1911 y Antonio, desesperado, deja Soria. Continúa su labor como profesor en Baeza, Segovia y Madrid. Durante la Guerra Civil (1936-39) es partidario de la República. Antes de finalizar la guerra, en Enero de 1939, se exilia a Francia, donde muere un mes más tarde.
Su primer libro es Soledades, que se publica en 1903 y se amplía en 1907 con el título de Soledades, Galerías y otros poemas. Son poemas de estilo heredero aún del Modernismo, con mezcla del Simbolismo y el Romanticismo de Bécquer y Rosalía de Castro.
En 1912 publicó su gran libro: Campos de Castilla. Una obra que toca de lleno las preocupaciones que señalábamos como destacadas para la generación del 98: la preocupación por el atraso sociopolítico de Espada, Dios y la existencia humana, y, por supuesto, el paisaje castellano que se identifica con los sentimientos del poeta y le sirve además de inspiración.
En su última época destaca su tercer libro Nuevas canciones (1924). Hay en él paisajes, poemas de circunstancias, etc., pero lo más curioso son unos nuevos Proverbios y cantares, poemas brevísimos que muestran las preocupaciones filosóficas de Machado
Antonio Machado evoluciónó desde una lírica inspirada en el Modernismo hasta alcanzar una voz propia con Campos de Castilla. Su última etapa coincide en el tiempo con la poesía deshumanizada de la Generación del 27, que él rechazó siempre. Para Machado la poesía está unida al sentimiento y al conflicto humano, como decía: “la poesía es palabra en el tiempo”.
La poesía de Antonio Machado gira en trono a tres temas principales: la intimidad del poeta, el paisaje o mundo exterior a él y su amor por Leonor, muerta al poco de casarse.
Su mundo interior está hecho de recuerdos, añoranzas, ensueños (mundos imaginarios creados por el deseo y la soledad); y por el sentimiento del paso del tiempo.
El paisaje es Castilla y es Andalucía, porque vivíó en ambos lugares; son las gentes castellanas, su historia pasada y su vida presente. También es la realidad nacional vista con sentido crítico.
El amor de su mujer hace que salga por algún tiempo de su soledad y ensimismamiento. Pero vuelve a ellos cuando Leonor muere.
Agua: paso del tiempo / fuente: anhelos, ilusiones y vida/ camino-río :vida / aire: libertad / tarde: meditación, melancolía, paso del tiempo /espejo: sueños / jardín: intimidad
José Martínez Ruiz “Azorín” (Moguer-Alicante 1873 – Madrid, 1967) Se dedicó al periodismo casi toda su vida. Desde 1904 usó el seudónimo de Azorín. A él se debe el nombre de Generación del 98, por un artículo suyo publicado en 1907.
Durante la Guerra Civil se exilió en Francia y regresó pasada la contienda para vivir en Madrid
Azorín escribíó novela, teatro y sobre todo ensayo (como ya hemos dicho, la mayor parte de ellos escritos en prensa).
En sus ensayos se centra sobre estampas de la vida española (La ruta de Don Quijote) y en la crítica literaria (Al margen de los clásicos). El tema de fondo, en todos estos ensayos como de su novela y teatro, es el paso del tiempo. De cómo el paso del tiempo destruye la vida y angustia al hombre.
Su novela más conocida es La voluntad (1907), y otras que destacan son Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Empleó el autor para escribirlas un estilo muy personal, cercano a la abstracción. El estilo es quizá el aspecto más destacado de su prosa: Azorín prefiere la frase breve y precisa, las descripciones mínimas, expresionistas; empleando el mínimo de recursos para decir lo máximo posible.
Nacíó en Bilbao en 1864. Estudió Filosofía y Letras en Madrid y fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca donde ejercíó muchos años como rector. A causa de su oposición a la Dictadura de Primo de Rivera, fue desterrado a la isla de Fuerteventura. Regresó en 1930 a Salamanca donde murió el 31 de Diciembre de 1936.
Unamuno es el escritor más representativo del 98 y todos sus compañeros de Generación admiraron y respetaron su formidable y contradictoria personalidad, la profundidad de su pensamiento y su estilo apasionado.
Toda su obra está llena de preocupación y problemática filosófica; pero sin perder su valor literario. El autor siente una gran angustia ante la muerte y un deseo de vida eterna que permita al hombre seguir existiendo. El problema religioso y la búsqueda angustiada de Dios son un tema constante en su vida y en su obra.
Su estilo no tiene un claro propósito artístico; es seco, robusto y no siempre elegante, pero extraordinariamente exacto e incitante. Le interesa expresar su mundo interior y convencer a los lectores, por ese orden. De ahí que su tono sea apasionado y que sus razonamientos no estén ordenados, sino en un continuo movimiento de vaivén. Su vehemencia hace que utilice cadenas de sinónimos como si con una sola palabra no bastara para expresar todo su complejo y rico mundo interior.
Su producción literaria es muy extensa, utilizando todos los géneros literarios:
La novela es el género que utiliza para expresar sus propios problemas personales como la sed de inmortalidad, el sentido trágico de la vida y la lucha entre la razón y la fe. Destacan: La tía Tula, Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir, Niebla ala que puso como subtítulo Nivola
Pío Baroja
Pío Baroja y Nessi (1872- 1956), hijo de un ingeniero de minas, estudió medicina en Madrid y trabajó como médico de provincias en su juventud. Hombre de gran cultura, se interésó por temas tan diversos como la ciencia, la filosofía y, claro está, la literatura. Como la mayoría de los escritores de la Generación del 98, es autodidacta en su formación literaria. Todas estas inquietudes junto con su pasión por los viajes se verán reflejadas en su obra literaria.
Baroja está considerado el mejor novelista de su generación, además de uno de los mejores novelistas españoles de todos los tiempos. Es el creador de un nuevo estilo narrativo, de difícil sencillez. En sus textos predomina la frase breve, el lenguaje coloquial y sin adornos.
Su producción es enorme. Cerca de 100 volúMenes entre novelas (66), ensayos (9), autobiografías, cuentos, teatro (2) y hasta un libro de poemas.
Las novelas. Solía agrupar sus novelas en trilogías. De este modo llegó a acumular 10 trilogías de tema muy variado: aventura, tema social, filosófico, autobiografía, existencial, etc… Todas las obras de Baroja pertenecen al género narrativo: novelas, cuentos y narraciones cortas. Su estilo es vigoroso, dinámico y expresivo. Irrespetuoso con las reglas gramaticales, no busca la corrección sintáctica y léxica, sino la sencillez y la expresividad. Sus personajes suelen ser rebeldes, arrojados e intrépidos en contraste con su falta total de fe en el mundo y en la acción.
Machado es el poeta más destacado de la generación:Su poesía tiene la influencia del Romanticismo tardío (Bécquer y Rosalía de Castro), el Modernismo y el simbolismo.
Ramón María de Valle-Inclán (o Ramón Valle Peña) nace en Villanueva de Arosa en 1866. Su carrera empieza con los estudios de Derecho que pronto deja para seguir su espíritu aventurero marchándose a México. A su regreso en 1893 empieza en Madrid una vida de escritor.
En 1907 se casa con Josefina Blanco y tiene una hija. En 1916 enseba en la cátedra de Estética en la escuela de Bellas Artes en Madrid, muy pronto deja este empleo para dedicarse completamente a la literatura. En 1933 se separa de su mujer y su salud empeora. Es nombrado por la República director de la Academia Española en Roma, pero pronto se retira a Santiago de Compostela (1935) y en Enero de 1936 muere.
Uno de los mejores escritores de la generación, sino el mejor. Empezó con novela modernista. Escribe entre 1902 y 1905 las Sonatas, cuatro novelas breves que recogen las aventuras y amores del marqués de Badomía con una prosa rítmica, rica en efectos sensoriales, elegante y bellísima como la poesía modernista. Después, el estilo de sus novelas, como el de su teatro, es grotesco y esperpéntico. De su segunda etapa (desde 1920) destacan: La corte de los milagros (ambientada el reinado de Isabel II) y, sobre todo, Tirano Banderas (una de las mejores novelas españolas del s. XX), un precedente de las novelas de dictador. Valle-Inclán es un autor de teatro que hoy llamaríamos alternativo y que en su época fue poco entendido o impopular. Fue demasiado avanzado para su momento. Realmente el teatro de Valle se adelantó muchos años al teatro español y europeo, y se relaciona directamente con el teatro de vanguardia de los años 50 del Siglo XX.
La evolución de la obra de Valle- Inclán está en relación con su evolución ideológica y personal.
a) Modernista. Sus primeros textos siguen la estética modernista. Lenguaje elaborado, elitismo de clase en sus personajes, lugares exóticos y ambiente aristocrático.
b) Mítico. Hacia la década de 1910 se anuncia el cambio con obras como la teatral Farsa y licencia de la reina castiza (1909); y las obras más representativas son las Comedias Bárbaras (1907-1908). Son de ambiente mítico, en un paisaje convertido en legendario aunque se ambientan en Galicia y los personajes son primarios, funcionan por instintos.
c) EL Esperpento. Desde 1920 se inicia su ciclo más importante. Es la etapa más original de su creación: el esperpento. Una visión deformada y grotesca de la vida y la literatura españolas. Con el fin de criticar o satirizar. El esperpento se caracteriza por la degradación, animalización o cosificación de los personajes; el uso de: coloquialismos, gitanismos, y de un lenguaje popular y desgarrado; lugares feos y de mala reputación como los bares, burdeles, casinos de juego y callejones oscuros; la presencia de la muerte; y el empleo excesivo de contrastes.
Aunque estudiamos a Valle-Inclán dentro de la Generación del 98, no mostró ningún interés por muchos de los problemas ideológicos que preocuparon a los hombres de su generación. Sus preocupaciones son fundamentalmente estéticas.
Cultivó todos los géneros literarios, pero destacó en la novela y en el teatro. Demostró el magnífico dominio que poseía sobre los recursos expresivos del idioma. Su estilo está marcado por dos etapas bien diferenciadas. Las obras de la primera están escritas en una prosa refinada y exquisita, llena de musicalidad y de sensaciones de color. La segunda se caracteriza por una visión pesimista de la realidad, que se expresa a través de un lenguaje desgarrado y de un humor deformante. Crea los esperpentos: obras en las que deformaba sistemáticamente la realidad mediante la creación de personajes grotescos que se mueven en ambientes raros y sorprendentes.