Proemio: Declaración del tema de las metamorfosis y encomienda a los dioses. Prefacio más corto de la narrativa romana.
Orígenes del mundo: Primera gran metamorfosis, la creación del universo. En el principio de los tiempos reinaba el caos, la concepción griega del mundo es un enorme espacio vacío de donde surge el mundo, en éste los elementos como la tierra, la luz, el aire o el agua no tenían forma. De este vacío un Dios separa la Tierra y el Aire y por último forma el Agua, además da forma redonda al globo terresre y divide la tierra en 5 zonas. Divide los vientos para que sean controlados por distintos dioses: Euro el viento del este, Céfiro el del oeste, Bóreas el del norte y el del sur Austros. Finalmente se crea el cielo donde se desterró la oscuridad y dónde se encuentran las estrellas
Creación del hombre:
Tras la creación del mundo fue nacido el hombre que fue creado para tener el mando. Prometeo, hijo de Iápeto dio forma a los humanos a partir de agua y hechura hasta darle una forma similar a la de los dioses y así la tierra fue poblada por los hombres.
Las Cuatro Edades: En un principio, los hombres vivían en la Edad de Oro que se caracterizaba por la falta de una figura de autoridad que no era necesaria ya que los hombres no concían el miedo o la pena, es un momento de la historia donde el ser humano era bueno y sin hacerle falta cultivar tenía de la tierra todo lo que necessitaba: en la Edad de Oro los hombres vivían un verano eterno. La segunda edad fue la de Plata bajo el mandato de Júpiter(Saturno fue enviado al Tártaro) el cual dividíó el año en cuatro estaciones siendo éste el momento en que los humanos debieron buscar refugio en la cueva, además el hombre se hizo agricultor rompiendo con reja y corvo arado las tierras de Ceres. La tercera edad se conocíó como la Edad de Bronze y en ella los humanos conocieron la crueldad, la traición y las armas y la última de todas fue la Edad de Hierro, cuando desparecíó la fe dejando florecer toda la maldad, la avaricia y el engaño. Los humanos surcaron los mares que no conocían, partieron la tierra en busca de metales con los que crear armas; en esta Edad familiares y amigos se traicionaban entre si sembrando la desconfianza. Entretanto los gigantes tratan de apoderarse del cielo, pero son fulminados por Júpiter el cual lanza un rayo desde el Pelión Osa cubriendo los montes con la sangre de estos, de la cual nacieron más hombres.
Deucalión y Pirra: Ya no queda tierra, tan solo mar, y en una pequeña barquichuela se encuentran Deucalión, hijo de Prometeo, y su esposa Pirra, hija de Epimeteo hermano de Prometeo por lo tanto su prima hermana. Él era un hombre justo y ella devota a los dioses. Júpiter al ver que de todos los hombre y mujeres solo quedaban ellos, con ayuda de su hermano, hace que las playas tengan orillas, que se vuelvan a ver colinas…El mundo había vuelto a lo que era, entonces Deucalión le dice a su esposa que sin ella no podría vivir y que ella sin él tampoco, el mundo se reduce a ellos (así lo han querido los dioses) y ahora son el modelo de hombres. Se dirigen al templo de Temis para saber cómo volver a repoblar la tierra y ante la respuesta de la diosa se quedaron atónitos, les había pedido que arrojasen las piedras (huesos de la madre tierra) sobre sus espaldas. No estaban muy seguros del consejo de la divinidad, pero no perdían nada por intentarlo, y al hacerlo esas piedras comenzaron a ablandarse con el paso del tiempo y a tomar forma. Al crecer pudo verse una cierta figura de un hombre no completo, hasta que tiempo después esas rocas tuvieron aspecto de hombre y también de mujer. Por ello se dice que somos un linaje duro (la raza humana).
Dafne: Dafne, hija de Peneo, fue el primer amor de Febo (Apolo) ocasionado por Cupido, con quien discute diciéndole que un niño como él no debería jugar con armas que utilizan los verdaderos hombres como él para cazar. Después de discutir Cupido le castiga lanzándole una flecha que le atraviesa sus huesos a él, y otra a la ninfa Peneide. Febo estaba enamorado de Dafne (la ninfa) y desea casarse con ella, su pecho arde de amor. Febo adora todo sus ser, cada parte de él, pero Dafne huye de él, quien al ver que su amada huye le ruega detenerse. En su largo monólogo hace muchas alusiones a la caza, y le dice que no sabe de quien huye, que él es hijo de Júpiter, el descubridor de la medicina (según algunos), pero el mal de amores que sufre él no puede curarse. Ante este discurso la ninfa se detiene, pero comienza a huir de nuevo y deja atrás al Dios sin terminar lo que decía. Con su huida se nos deja ver lo hermosa que es la ninfa. El Dios no soportaba la huida de su amada y empiez a a segurila (comparándolo como un perro persigue su presa), él es rápido por la esperanza y ella por el temor. Febo es más rápido ayudado por las alas del amor y porque no descansa. Está a punto de alcanzarla, la ninfa está agotada y pide ayuda a su padre, le pide que cambie su aspecto y así su pecho se va rodeando de una fina corteza, sus cabellos crecen como hojas y sus brazos como ramas, sus pies se quedan fijos como raíces y finalmente se transforma en un árbol. Al ver que su amada había cambiado, Febo le dice que como no puede ser su esposa será su árbol, su laurel.
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